La división de inversiones del banco británico parcialmente nacionalizado Lloyds, Lloyds Development Capital (LDC), reclama por su parte 13.2 millones de libras (12.7 millones de euros) de la liquidación de la escudería.
El diario señala que LDC puede recuperar una parte de esa deuda, que estaba asegurada -alrededor de 1.6 millones de libras, o 2 millones de euros-, mientras McLaren y Ferrari perderán probablemente su inversión.
La firma italiana proveía motores a los automóviles de Marussia, mientras que la británica le facturó servicios de ingeniería.
El equipo ruso de Fórmula Uno se constituyó en 2010 gracias a los fondos aportados por LDC, que se convirtió en su mayor accionista, pero se declaró en quiebra el pasado octubre tras cuatro años de resultados deportivos grises, en los que sus pilotos tan solo lograron sumar dos puntos en el mundial.
Fue el francés Jules Bianchi, en Mónaco, quien logró esos puntos este año, antes de sufrir un grave accidente en Japón.
El equipo comenzó a tocar fondo en diciembre de 2013, cuando declaró unas pérdidas netas de 11 millones de libras (14 millones de euros) a pesar de registrar unos ingresos de 61.2 millones de libras (77.7 millones de euros)