Hashimoto tiene una larga carrera a sus espaldas como política, donde ocupa un asiento en la Cámara Alta del parlamento japonés desde 1995, y como deportista.
En las décadas de 1980-1990, participó en cuatro Juegos de invierno como patinadora de velocidad, ganando el bronce en los de Albertville (Francia), en 1992, y en tres de verano como ciclista en pista.
Al frente de Tokio 2020, sucede a Yoshiro Mori, antiguo primer ministro, de 83 años, obligado a dimitir la semana pasada tras el escándalo provocado por sus comentarios sexistas, al decir que las mujeres hablan demasiado en las reuniones, lo que encontraba “molesto”.
En un Japón muy mal clasificado en materia de igualdad de sexos, Hashimoto dijo entonces querer tener una “franca conversación” con Mori, recordando que el principio de igualdad hombres-mujeres estaba en el corazón del olimpismo.
Mujer a la cabeza de los #JuegosOlímpicos en Japón
La ministra y olímpica 7 veces, Seiko Hashimoto, asumirá la presidencia del comité organizador de los JJ OO a realizarse en verano de 2021. Hashimoto remplazará a Yoshihiro Mori, quien dimitió tras comentarios sexistas. /mgp pic.twitter.com/OYVZ0L0cOc
— DW Español (@dw_espanol) February 18, 2021
Polémica en Sochi
Hashimoto estuvo sin embargo ella misma en el centro de una polémica en 2014, con la publicación de fotos en las que estaba besando en los labios a un patinador japonés, veinte años menor que ella, en una foto de celebración de los Juegos de invierno de 2014 en Sochi, donde dirigía la delegación japonesa.
El patinador, Daisuke Takahashi, dijo lamentar este episodio, sin haberse sentido “acosado”. Hashimoto se excusó ante todo “malentendido”.
Nacida en la isla septentrional de Hokkaido cinco días antes de la apertura de los Juegos de Tokio 1964, Seiko Hashimoto confesó haber sido educada escuchando a su padre decirle: “Has nacido para ir a los Juegos Olímpicos”, antes incluso que ella supiera lo que eran los Juegos Olímpicos.
Discurriendo un tiempo entre deporte y política, lo que le valió críticas tras su selección para los Juegos de Atlanta en 1996, fue ascendiendo después escalones en el Partido Liberal Demócrata (PLD), formación conservadora, en el poder en Japón casi sin interrupción desde 1955.
“Pase lo que pase”
Hashimoto tiene seis hijos, incluidos los de un primer matrimonio con el hombre con el que se casó en 1998, un guardia del parlamento. Dio luz a su primer hijo dos años más tarde, coincidiendo con una sesión parlamentaria, un hecho que chocó en la época, lo que provocó peticiones de dimisión.
“Para un miembro del parlamento en ejercicio, no era convencional en la época esposar a alguien, pero el hecho de que tuviera después un bebé era completamente inimaginable”, rememoró en una reciente entrevista acordada al sitio Nippon.com.
El nombre de su hija mayor, Seika, se escribe en japonés con los mismos caracteres que “llama olímpica”. Y dos de sus dos hijos se llaman Girisha, la pronunciación japonesa de Grecia, cuna de los Juegos, y Torino, en referencia a los Juegos de invierno de Turín en 2006.
Su figura molesta un poco más en el mundo patriarcal de la política japonesa, al equilibrar su vida de familia y su mandato parlamentario. Fue cofundadora de un grupo militante por la creación de una guardería para los hijos de los diputados, del personal y de los visitantes del parlamento, que vio la luz en 2010.
A solo cinco meses de los Juegos de Tokio 2020, aplazados el año pasado debido al coronavirus, la tarea que le espera es considerable, ya que la opinión pública japonesa es mayoritariamente opuesta a la celebración del evento, debido al recrudecimiento de la crisis sanitaria.
Pese a las muchas incertidumbres, Hashimoto juzgó “inconcebible” que los Juegos puedan ser anulados o de nuevo aplazados, conforme a la línea defendida por los organizadores japoneses y el Comité Olímpico Internacional (COI).
“Debemos organizar los Juegos pase lo que pase”, declaró en septiembre pasado, señalando que deportistas del mundo entero se entrenan duro, pese a las dificultades.