Raonic “ha jugado muy bien este torneo. Será un partido duro, tiene un gran servicio”, dijo Murray.
Murray no lograba acceder a la penúltima instancia del torneo de Maestros desde 2012, y lo hizo a lo grande, en una temporada redonda que concluye ante su público, en el pabellón O2 de Londres.
Murray no lograba acceder a la penúltima instancia del torneo de Maestros desde 2012, y lo hizo a lo grande, en una temporada redonda que concluye ante su público, en el pabellón O2 de Londres.
Desde su segunda victoria en Wimbledon, en julio, Murray se colgó su segunda medalla de oro olímpica consecutiva en Río, y ganó los cuatro últimos torneos antes de Londres (Pekín, Shanghai, Viena y París).
Para Wawrinka, tercer cabeza de serie, en cambio, la derrota de este viernes significó su eliminación y la clasificación a semis del japonés Kei Nishikori (5º), que disputará esta noche un partido intrascendente ante el croata Marin Cilic (7º).
Si Djokovic, ganador de las últimas cuatro ediciones del Másters -cinco, en total- llega más lejos en Londres, recuperará el número uno mundial y acabará la temporada en lo más alto por tercer año consecutivo.
En cambio, si ambos cayeran en la penúltima instancia, Murray conservaría el trono, a menos que presentara peor diferencia entre juegos ganados y perdidos en la primera fase.
Murray frenó el ímpetu de Wawrinka
El británico había ganado sus dos primeros partidos y necesitaba ganar sólo un set de su tercero para pasar matemáticamente a semifinales y continuar con su duelo particular con el serbio Novak Djokovic, que aspira a arrebatarle el número uno mundial que ostenta apenas desde hace una semana.
Wawrinka, cabeza de serie nº3, que contaba con una victoria en dos partidos del torneo, salió a ganar agresivamente, consciente de que una sola manga ganada por Murray podía dejarle sin pase a semifinales, por culpa del sistema de grupos en que esas cosas cuentan para resolver empates.
El suizo dio un paso adelante, jugó lo más cerca de la línea que pudo, buscó los rincones y quiso resolver los puntos por la vía rápida.
Como resultado de su juego arriesgado, conectó un número altísimo de golpes ganadores (22) y aces (6), pero también cometió errores, como los dos seguidos que le costaron la primera ruptura de servicio, en el séptimo juego de la primera manga (4-3).
Fue un punto de inflexión. Murray olió la sangre -y la ansiedad de Wawrinka- y eso le dio alas. Con un juego sin fisuras, se anotó el primer set 6-3.
En el segundo set, Murray rompió el servicio de Wawrinka nada más empezar y puso tierra de por medio, 4-0, una ventaja que administró bien hasta ganar la manga 6-2.
“El primer set fue igualado. No hubo grandes oportunidades de desequilibrar para ninguno de nosotros, pero conseguí hacer el break” y “en el segundo set fue más fácil jugar libremente”, estimó Murray