Nadal había sufrido en sus anteriores compromisos en el Foro Itálico, necesitando tres mangas en los tres duelos de la semana en Roma. En el del viernes, en cuartos, estuvo a punto de quedar eliminado por el escocés Andy Murray, al que superó por 1-6, 6-3 y 7-5.
Con esta victoria ante Dimitrov, el mallorquín recupera la confianza y aspira a revalidar su corona en el torneo. Si lo logra, sería su segundo Masters 1000 en apenas una semana, tras levantar el trofeo el pasado domingo en Madrid.
Por su parte, Djokovic se impuso a Raonic por un disputado 6-7 (5/7) , 7-6 (7/4) y 6-3.
Después de dos sets que llegaron al tie break, Djokovic, que había perdido el primero y se vio obligado a remontar, consiguió imponer su superioridad con un gran servicio, frente a un rival cada vez más cansado.
“No puedo recordar la última vez que me sentí tan impotente a la hora de restar, incluso sus segundos servicios. Me sorprendió con sus movimientos, especialmente teniendo en cuenta su altura y su variedad de golpes. He notado su mejoría en este partido” , dijo Djokovic.
“Es una gran victoria que me da mucha fuerza para mañana en la final y también para el resto de la temporada” , añadió el tenista serbio de 26 años.
En Roma, el balcánico aspira a un tercer título, tras los logrados en 2008 y 2011. Para Nadal sería el octavo, después de los de 2005, 2006, 2007, 2009, 2010, 2012 y 2013.