“Cuando estoy en la ducha, revivo sus gritos”, dijo Burger en una aparente referencia a su trauma justo después del tiroteo, cuando un capitán de la policía le tomó la declaración. Cuando el fiscal Gerrie Nel le preguntó acerca de sus emociones en el momento, dijo que la experiencia fue “muy cruda”, y su voz se quebró.
Nel le preguntó cómo lidiaba con el asunto ahora. “Lo afronto bien”, insistió Burger. “Ha pasado un año”. Burger, una profesora universitaria, vive a 177 metros de la casa de Pistorius, donde su novia, Reeva Steenkamp, murió en lo que el atleta asegura fue un accidente.
Burger testificó que escuchó a un hombre y una mujer gritando, y luego el sonido de cuatro disparos. Dijo que los gritos de la mujer continuaron durante los disparos y rápidamente se desvanecieron después del último tiro.
Ella fue la primera testigo llamada por la fiscalía, que sostiene que Pistorius mató intencionalmente a Steenkamp después de una fuerte discusión. Su testimonio contradice el relato de Pistorius.
El deportista dice que disparó cuatro veces a través de la puerta del baño, con lo que hirió a Steenkamp tres veces en la cabeza, el brazo y la cadera o la zona lateral, después de pensar que era un intruso peligroso. Pistorius se declaró inocente.
La defensa sostiene que Burger puede haber estado dormida cuando sonaron los tiros, y luego pensó equivocadamente que estaba oyendo disparos cuando en realidad era el sonido de Pistorius rompiendo la puerta del baño con un bate de cricket después de darse cuenta que había tiroteado a su novia.