Durante los dos meses de juicio, los abogados de Pistorius han intentado presentar al deportista como un maníaco obsesionado con la seguridad a causa de una infancia difícil y un alto nivel de criminalidad en Sudáfrica.
Estos factores, según la defensa, podrían explicar la reacción del deportista sudafricano la noche de San Valentín de 2013, cuando mató a tiros a su novia al confundirla con un intruso, según él.
La jueza indicó que el examen no tiene como objetivo castigar al atleta, sino establecer si “en el momento del crimen sufría un trastorno mental que podría mostrarlo como no responsable de sus actos a nivel penal”. La próxima audiencia tendrá lugar el 30 de junio.