Los boletos salieron a la venta a las 11 de la mañana, tiempo del centro del país, y en menos de 30 minutos los aficionados mexicanos acabaron con las localidades.
“El hecho de que se hayan agotado los boletos en su totalidad nos confirma la gran base de aficionados apasionados que hay en México”, dijo el comisionado de la liga Roger Goodell, según un comunicado.
“Esperamos vivir toda la emoción del estadio Azteca cuando en noviembre se enfrenten los Oakland Raiders y los Houston Texans en un Monday Night Football”.
Para albergar el encuentro, el estadio fue remodelado de acuerdo a varios requisitos solicitados por la NFL, entre ellos vestuarios más grandes y un mejor acceso hacia el campo y el inmueble redujo su capacidad de casi 100.000 espectadores a sólo 84.000.
La oficina de la liga en México informó que 6.000 de esos lugares serán ocupados por los poseedores de abonos de temporada de los Raiders, quienes fungirán como el equipo anfitrión.