“Intenté todo y dije, si pierdo que sea peleando, no sé dónde encontré la energía. Espero estar mejor el sábado”, dijo Serena en la pista antes de interrumpir su entrevista por la tos.
Bacsinszky puso en serios apuros a la gran dominadora del tenis mundial, que tuvo que remontar un set en contra por cuarto partido en este torneo.
Serena, que intentaba aliviar su malestar y el calor con toallas húmedas en cada cambio, disputará así su final número 24 de un Grand Slam (20 victorias, dos en Roland Garros), con el objetivo de acercarse al rércord absoluto de Steffi Graf (22).
En su primera semifinal de Grand Slam, Bacsinszky (25 años) no se dejó impresionar y sorprendió por su valentía.
Con un juego completo, la suiza intentó mover a Serena, variando constantemente sus golpes; haciendo dejadas, voleas y soltando su brazo con un ‘winner’ muy eficaz.
Rompió el saque y se situó 3-2, no abandonando la ventaja hasta el final de la manga, que selló con su tercera bola de set.
En la segunda Serena sacó fuerzas de flaqueza y encadenó cuatro juegos consecutivos, ayudada por su potente servicio.
A Bacsinszky le entró mal de altura en la tercera manga. Williams se situó 3-0 y a partir de entonces, con su gran experiencia, no se dejó inquietar para lograr una sufrida victoria en una hora y 54 minutos.