“Después de lo que vi en Sochi y de lo que sé, puedo decir que el nivel de seguridad será muy alto”, añadió McCaul tras completar una visita a la ciudad situada al borde del Mar Negro en el marco de la cooperación ruso-estadounidense para la seguridad de la cita olímpica de invierno.
“Los controles, los misiles de defensa antiaérea en las montañas y las tecnologías de la información establecidas por las autoridades rusas han hecho de este territorio una verdadera fortaleza”, explicó el político.
“Los servicios de inteligencia de nuestros países trabajan en coordinación. Más de 20 agentes del FBI especializados en la lucha contra el terrorismo ya han llegado a Sochi”, añadió.
Las autoridades rusas habían indicado que 37.000 policías y unidades del ejército velarán por la seguridad de la cita olímpica. El presidente del país Vladimir Putin reiteró a mediados de enero a las televisiones extranjeras que harán “todo” para vigilar que los Juegos se desarrollen con total normalidad.
En un vídeo difundido unos días más tarde los islamistas del Cáucaso ruso amenazaron con llevar a cabo atentados en Sochi durante la celebración de los Juegos. A finales de diciembre dos atentados suicidas causaron 34 muertos en Volgogrado, ciudad a 700 kilómetros de Sochi.