Después de ese primer punto, Suiza estaba ante una gran oportunidad para encarrilar el camino hacia su primer título en la Copa Davis, con Federer, número 2 mundial, ante Monfils, 19º de la ATP.
Pero el suizo apenas fue un espejismo de lo que acostumbra y acusó más de lo esperado los problemas físicos de los últimos dias.
Federer había estado en duda durante toda la semana, después de haber tenido que renunciar por un problema de espalda antes de la final del ATP Masters, que iba a jugar el domingo de la pasada semana en Londres ante el serbio Novak Djokovic.
Esta semana se ejercitó por primera vez el miércoles y venía trabajando para llegar lo mejor posible al partido del viernes, donde Monfils fue abrumadoramente superior.
Federer pudo moverse por la pista aparentemente sin problemas, pero sus golpeos eran mucho menos potentes y precisos de lo acostumbrado.
Monfils, que nunca le había derrotado en tierra batida en cuatro enfrentamientos anteriores, pudo ir ganando confianza poco a poco y, ayudado por un ambiente entusiasta en Lille, golpeó con rabia cada bola, consciente de que la victoria era necesaria para corregir el rumbo.
Suiza y Francia terminan el primer día en tablas y tendrán ahora que afrontar el choque de dobles, donde en principio, salvo cambio de última hora, los locales Richard Gasquet y Julien Benneteau se enfrentarán a los suizos Marco Chiudinelli y Michael Lammer.
Lo que sí es seguro es que el campeón no se podrá conocer el sábado y se sabrá el domingo, ya que el nuevo rey de la Copa Davis necesita llegar a tres puntos.