“No es un recorrido más montañoso que los otros porque hay dos puertos menos que en 2013, pero en cambio, sí habrá una parte llana y otra de montaña”, explicó Prudhomme.
“En 2015 se cumplirán los 40 años del maillot de lunares (que distingue al mejor escalador de cada edición) y queríamos introducir montaña, que estará sobre todo condensada en las dos últimas semanas”, explicó.
El director de la Grand Boucle destacó también dos hechos históricos en la carrera: “Por primera vez en la historia del Tour de Francia, el Alpe dHuez (se subirá) 24 horas antes de los Campos Elíseos” en París, donde tradicionalmente acaba la ronda por etapas más importante del calendario ciclista internacional, un papel en el que ha tenido mucho que ver el mítico puerto alpino, escenario de algunas de las gestas más bellas de esta prueba.
El otro gran hecho es que solo tendrá una etapa contrarreloj individual, el prólogo en Utrecht de 14 km de recorrido, que se sumará después a otra crono por equipos, de 28 km, entre Vannes y Plumelec, en la novena etapa (12 de julio).
“La tendencia general es a disminuir los kilómetros de contrarreloj para que las carreras no queden bloqueadas. Actualmente las cronos marcan con frecuencia diferencias insalvables, mucho más que la montaña” Prudhomme, quien calificó el recorrido del Tour-2015 de “atípico”.