Esta prohibición, decidida después de la detención en junio de una joven británico-iraní que trató de asistir como espectadora a un partido de chicos en Teherán, no se aplica sin embargo a las competiciones de la Confederación Asiática (AVC).
“Las mujeres extranjeras, como las empleadas de las embajadas, las familias de los equipos extranjeros o las otras extranjeras que viven en Irán podrán asistir” a los partidos de esta competición que se llevará a cabo en Teherán del 31 de julio al 8 de agosto, declaró el secretario general de la Federación iraní, Mahmud Afshardust, citado por la agencia oficial Irna.
El dirigente federativo agregó que las mujeres tendrían reservada una parte del estadio con capacidad para 12.000 espectadores.
Según Irna, esta autorización fue una exigencia de la AVC.
En noviembre de 2014, la FIVB decidió no atribuir más a Irán la organización de competiciones mientras las mujeres no pudieran asistir a los partidos masculinos.
El acceso a los estadios de futbol también está vedado a las mujeres desde la Revolución Islámica de 1979, oficialmente para protegerlas de los comportamientos obscenos de los aficionados masculinos.
Esta prohibición supuso un severo golpe para Irán, que ocupa la décima posición en la clasificación mundial del voleibol masculino. La selección de la República Islámica terminó en el sexto lugar del Mundial 2014, cuarta de la Liga Mundial y campeona de los últimos Juegos Asiáticos en Corea del Sur.
Goncheh Ghavami, que posee doble nacionalidad británica e iraní, fue detenida durante unas horas el 20 de junio al margen de un partido internacional de voleibol cuando protestaba contra la prohibición de entrada para las mujeres.
Volvió a ser detenida y encarcelada unos días después, antes de ser liberada bajo fianza en espera de conocer su condena.
Un responsable de la autoridad judicial iraní aseguró que la joven estaba acusada de haber actuado “contra la seguridad” del país y por sus “vínculos con extranjeros” , y negó que hubiera alguna relación con su presencia cerca del estadio.
Esta estudiante de Derecho en Londres se había instalado meses antes en Irán para trabajar con una oenegé, según su familia.