Con esta victoria consiguieron borrar la gran decepción de la inesperada derrota del viernes ante Irán (3-1), que les había privado de la primera plaza.
Italia, por su parte, sufrió una decepción enorme, ya que hasta ahora su juego parecía muy sólido y había conseguido ganar sus duelos ante Estados Unidos y Australia con autoridad.
En la otra semifinal, los estadounidenses terminaron con el sueño de la revelación iraní, a la que superaron por 3-0 (25-18, 25-22, 25-16).
Rusia, la defensora del título, había quedado eliminada en la ronda de grupos de esta fase final de la Liga Mundial, tras perder 3-1 ante Brasil.