“Es acá donde vengo a desestresarme, me subo a la bicicleta y me olvido de todo. Es lo que más disfruto”, confesó la atleta, quien ha practicado esto desde que tenía 2 años.
“El deporte es de familia; mis abuelos lo ejercían, mi papá también y de mis hermanos soy la única que aún compite”, explica López.
Cuando tenía apenas 2 años, ya se subía a su bicicleta y buscaba hacer saltos. “Cuando mi papá vio eso dijo que yo estaba lista para el BMX”, recuerda.
De sus familia, ella es quien coloca el apellido en las pistas. “Mi hermano mayor estuvo y ganó muchas cosas, pero no era tan fuerte su vínculo que ya lo dejó, ahora mi hermanito menor a veces está y a veces no”, describe.
Y también confiesa que para sus padres, verla en la pista es algo difícil. “Ellos no pueden verme competir. Si me caigo, creo que les duele más a ellos; de dicha, las veces que me he caído no me han visto”, asegura.
Según López, el bicicrós es un deporte riesgoso si no se práctica bien. “Se corre peligro si no se práctica durante la semana y no adquiere la técnica adecuada”.
Aunque el deporte se ve sencillo, Benchy comenta que se debe conseguir hacer de buena manera.
“No es solo de montarse en la bicicleta y pedalear, hay que entender que se debe saber cómo colocar el peso para pasar los obstáculos, y que en las vueltas uno no siga de largo, por ejemplo”, añade.
La clave del deporte está en tener la bicicleta pegada al suelo, esto quiere decir que el cuerpo del atleta es el que debe ejercer presión; esto hace fricción con el suelo y evita cualquier accidente.
Edad: 16 años (5 de mayo de 1998).
Padres: Zaid López y Jannette Meza.
Hermanos: Adrián López Meza (10 años) y Zaid Andrés López Meza (20 años).
Estudios: Tercero básico, colegio Evelyn Rogers.
Primer lugar: Campeonato Nacional de Bicicrós 2014 en la categoría junior.
Semifinalista: Brilló en el torneo Hall of Fame disputado en Estados Unidos, en la categoría élite, 18 años en adelante, en el 2014.
Fuerza femenina
Benchy se ha destacado desde que inició por su talento y por su género, su nivel está a la altura de cualquier muchacho de su misma categoría.
“Cuando empecé a competir no había mujeres y me tocaba hacerlo contra hombres; ellos, en un momento se cansaron de que yo les ganaba y se salieron”, recuerda.
Para la juvenil, el ser mujer no es ningún problema para poder tener buen nivel en el deporte; al contrario, es algo muy bueno.
“Cuando vienen chicas nuevas a entrenar, me acerco a ellas y les digo que no tenemos nada que envidiarles a los hombres; al contrario, tenemos que demostrarles que podemos hacerlo y a un buen nivel”, refiere López.
Y es que para ella, las mujeres tienen brazos, piernas y una bicicleta, lo cual deja a cualquiera de los dos con las mismas posibilidades de hacer bien las cosas.
“Por ejemplo Mariana Pajón, la número uno, puede ganarle a cualquier hombre que le compita porque es la mejor y no se ve si es hombre o mujer”, explica López.
Según la nacional, todo radica en cada uno. “Al venir nuevas chicas a la pista mi actitud no es de envidia; al contrario, me acerco a ellas y me hace feliz saber que son más la que se involucran”, agrega.
Deporte con futuro
A pesar de que actualmente López cursa tercero básico, su pensamiento está en que más personas se involucren en esta disciplina.
“Mi papá es quien dirige actualmente el bicicrós y veo lo complicado que se vuelve con la pelea que existe con la Federación de Ciclismo, pero sé que se podrían hacer muchas cosas más”, comenta Benchy, quien ya busca para su carrera universitaria una administración en el deporte.
“Me gustaría en algún momento apoyar lo que se tiene y hacer que crezca más todo el proyecto”, manifiesta.
López reconoce la importancia que se tiene de estar federado para la práctica correcta de la disciplina.
Benchy reconoce que su meta a corto plazo es la de participar en los Juegos Panamericanos de Bicicrós que se efectuará en Chile, por lo que buscará organizar su tiempo para poder entrenar mejor.
“Si logró hacer puntos importantes en Chile, ya puedo soñar ser parte del Mundial”, agrega.
Ahora, Benchy buscará mejorar su entrenamiento con la posible llegada de un entrenador venezolano.