Carlos Fernández —padre de Charles— compartió que desde pequeño a su hijo se le veía un carácter perseverante y fuerte. Aunque en ese momento no pasaba por su mente que el mayor de sus tres hijos —Daniel y Allyson son los otros dos— practicara pentatlón moderno, es más, nunca fue una opción hacerlo de forma profesional.
Esta aseveración fue respaldada por Charles, quien señaló que de pequeño únicamente pensaba en ser un misionero y ayudar a la gente, tal como lo hacían su padre y su madre Heidy, de nacionalidad ecuatoriana, a través de un ministerio cristiano en el cual son pastores.
Charles Fernández
Cosas de la vida
Doce años después de retornar a Guatemala, “Dios y la vida” le han dado una grata sorpresa al pentatleta al convertirse en una figura olímpica para el país, en un deporte que cada día crece y que requiere de sacrificio constante.
“Son seis años muy acelerados, no esperaba salir tan rápido a nivel internacional. Ser elegido también como atleta del Juego Limpio este año —2016— también significó mucho para mí, porque la gente puede ver lo que realmente es Guatemala. Puedes ganar tres, cuatro, cinco o nueve medallas, pero si no eres buen representante de tu país eso es como ganar nada”, mencionó.
La carrera de Fernández en el pentatlón inició a los 14 años, a partir de esa fecha ha escalado los puestos más altos en el ranquin mundial de la UIPM —actualmente 21—, convirtiéndose hasta agosto del 2016 como el mejor latinoamericano en ese escalafón. El mismo año se adjudicó el título de campeón mundial junior, elevando la bandera azul y blanco a lo más alto en un deporte hecho para la élite.
Además ocupó el puesto 15 en los Juegos Olímpicos de Río 2016, con el cual se colocó como la mejor participación nacional de toda la historia en estas justas.
“Nunca había pensado ser un atleta olímpico, mi historia por venir a Guatemala nunca fue por el deporte o porque quise, sino porque nosotros como familia hemos tomado la decisión de servir. Dios ha puesto en nuestras vidas tener la oportunidad de ayudar a gente de escasos recursos”, expresó Fernández.
Nuevo proyecto
Fernández Wanke está convencido de que con la bendición de Dios, la ayuda de sus padres y la confianza que le da el pueblo de Guatemala con sus impuestos —algo sagrado para el atleta— puede aspirar a una medalla olímpica en Tokio 2020.
Ese sueño lo empezará a trabajar en el 2017, en Virginia, Estados Unidos, ciudad donde estudiará en la Universidad Cristiana de Liberty y en donde también hará sus entrenamientos a la espera de perfeccionar su técnica y marcas.
“Quiero subir al otro nivel, pero voy a regresar nuevamente a Guatemala”, indicó un tanto nostálgico.
“Estamos viendo qué necesitamos en entrenamiento para el ciclo olímpico que se aproxima. Queremos perfeccionar muchas cosas, hemos llegado a un nivel y hay que subirlo para ser más exactos”, agregó.
El deportista en el 2010 tuvo una oferta para trabajar con el equipo de pentatlón de Estados Unidos, la cual rechazó por una sencilla razón: “Amor por la gente de Guatemala”.
“Mientras muchos se quieren ir para Estados Unidos, él se quiere quedar aquí, ama mucho a Guatemala”, expresó Heidy, madre del atleta.
Charles Fernández también obtuvo la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.