Deporte Nacional

El boxeador Léster Martínez es elegido como Personaje Deportivo del 2020

“Ya estás aquí. Tenés que ganar; tenés que ganar...”, se repite en silencio cuando ya está en el cuadrilátero. Es un momento de tensión, con mucho en juego. Lanza a su rival una mirada que roza lo escalofriante. Suena la campana para el primer round, y Léster Martínez se transforma.

Allí, en un santiamén, queda a un lado el joven carismático que creció a dos kilómetros de Flores, en el municipio de San Benito, Petén. Es el momento indicado para que el aguerrido atleta muestre su talento y la calidad que ha pulido con trabajo duro en jornadas prolongadas de entrenamientos.

El pugilista mexicano Uriel González está en la esquina contraria. Es una velada emotiva en Sonora, México, así lo recuerda Léster. En Petén, sus padres están nerviosos como nunca antes. La agonía duró poco. ¡Tres minutos!

Léster, convertido en un depredador, dio sus mejores y más potentes golpes con zigzagueantes movimientos en aquella noche del 11 de diciembre. Ahora, ese primer título como profesional acompaña en la vitrina la histórica medalla de oro que ganó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018.

Un campeón invicto

“Siempre, después de cada pelea, llamo a mis papás. Lo primero que ellos me preguntan es: ¿Cómo estás? ¿Te lastimaron? Bueno, esta última vez se olvidaron de eso y sus primeras palabras fueron: ¡Queremos ver el cinturón!, pero los entiendo, fue la emoción”, recuerda Léster entre risas.

Han transcurrido tan solo unos cuantos días después de que, en una noche memorable, Léster Martínez festejara su mayor logro como boxeador profesional. Siete son las peleas que ha ganado en esta nueva etapa; siete han sido por nocaut.

Desde su estreno el 6 de abril del 2019, en Futeca Cayalá, Martínez se ha ganado el corazón de los guatemaltecos. Los aficionados destacan su garra y humildad. Evidentemente, Léster cosecha los frutos de su esfuerzo.

Gracias a Dios, vamos avanzando bien. Apenas llevo siete peleas, pero ya en la última pude pelear por un título. Se logró pelear y ganar y es algo que me tiene bastante contento a mí, mi familia y amigos. Siempre me he preparado fuerte, por muy nuevo o experimentado que sea el rival”, reconoce.

En cada ocasión que sube al ring, el pensamiento de Léster es claro. “Me digo: Ya estás aquí. Tenés que ganar; tenés que pelear… Si es por nocaut, mejor. Solo tengo pensamientos positivos. No quiero perder, quiero ganar, quiero ganar. Me motivo yo mismo, porque ya en el ring solo estamos él —rival— y yo”, expresa.

En tiempos de pandemia

En enero del 2020, Léster tenía una agenda con grandes planes y al igual que todos los atletas al rededor del mundo, tuvo que improvisar.
El golpe psicológico que significa el cambiar un año de planificación deportiva en año de Juegos Olímpicos, además del temor provocado por la pandemia del coronavirus, es innegable.

Aunque Léster se considera fuerte no solo físicamente. No se dejó vencer. Estuvo un mes en su casa, junto a su familia, en espera de rehacer un plan de trabajo.

“Hacía mis rutinas de ejercicios en el parqueo de la casa. No podía salir a correr, no podía pegarle al saco, no podía pelear con ningún compañero ni hacer ejercicios técnico-tácticos. Hacía sombra, cuerda, despechadas, planchas y abdominales; era para mantenerme”, recuerda el boxeador.

AÑO PRODUCTIVO

A pesar del parón y de no entrenar en las condiciones adecuadas, Léster logró llegar a la ciudad de Guatemala y en un gimnasio de zona 10 estuvo entrenando a puerta cerrada, con el apoyo de Héctor Arriola.

Y entonces, volvió al ring. El 27 de agosto tuvo su primera pelea del año; la última había sido el 28 de julio del 2019, frente al costarricense Roy The Machine Fernández.

Su reencuentro con el cuadrilatero fue con el mexicano Abraham Hernández como contrincante. Después de dos rounds, el guatemalteco ganó por la vía del nocaut.

Un par de meses después, el 22 de octubre, Martínez disputaba su segunda pelea del inverosímil 2020. Michi Muñoz fue la víctima. El nacional volvió a festejar, en esa ocasión necesitó tan solo un round, y lo hizo nuevamente por nocaut.

Y esa última gran pelea para cerrar el año, en Sonora, México, es una historia que Léster no se cansará de contar. Un broche… o más bien, un cinturón de oro, para un año inolvidable.

Un título que le dio una porción de alegría a Guatemala. Un título que lo hace soñar. Un título que le ha valido para ser nombrado por Prensa Libre como el Personaje Deportivo del Año 2020.

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