Deporte Nacional

En el mar de sueños e ilusiones de Andrea Aldana

La guatemateca Andrea Aldana, clasificada a los Panamericanos de Toronto 2015, busca dominar el viento y la fuerza de las olas que la lleven a sellar su pase a los Olímpicos de Río 2016.

La velerista guatemalteca Andrea Aldana, posa durante una entrevista con la revista Tododeportes. (Foto Francisco Sánchez)

La velerista guatemalteca Andrea Aldana, posa durante una entrevista con la revista Tododeportes. (Foto Francisco Sánchez)

Sus ojos verdes, piel bronceada y cabello rubio, así como su sonrisa la hacen una persona carismática, pero detrás de todo esto, Andrea Dennise Aldana Bennett, se caracteriza por su enorme coraje, firmeza y determinación.

La velerista guatemalteca es una de las pocas mujeres que tienen el privilegio de representar a Guatemala en la navegación a vela, Láser Radial, una disciplina que practica desde los 14 años.

“Mi deseo de practicar vela es porque siempre me ha gustado el mar. Cuando era pequeña surfeaba desde los 11 años en Sipacate, específicamente en las playas de Rancho Carrillo. También fui una de las pocas mujeres que practicaba el surf”.

“ Llegué a ser campeona nacional a los 14 años, pero en realidad lo miraba como un pasatiempo y no como un deporte. Lo practicaba con mi mamá, ella se metía a surfear conmigo”, expresa la destacada atleta.

Desafiante y emprendedora. Nunca se da por vencida. Así es Andrea.

“Cuando yo agarro algo, lo practico hasta ser la mejor. No puedo quedarme como a medias. Entonces esto de la navegación a vela lo tomé como un trabajo”, indica.

ACERTADA DECISIÓN

Aunque se inició en el surf, la canche, como le llaman sus amigos, tenía muchos deseos de trascender y esa fue una de las causas por las cuales, junto a su mamá, Jaqueline Bennett, tomaron la decisión de cambiarse a vela.

“La cosa es que un día vimos con mi mamá a Juan Ignacio Maegli y a Cristina Guirola, que aparecieron en un reportaje de un periódico cuando ganaron la medalla de oro en los Panamericanos de Río 2007. Después de esa nota, fue que tomamos la decisión del cambio”, expresa Aldana.

Asegura que se metió a un curso de vacaciones de navegación a vela, en el cual su primer entrenador fue el cubano Pedro Luis Fernández.

“Él vio algo en mí y siempre me preguntaba cuando yo me salía del agua que si de verdad quería hacer esto. ¿Quieres llegar a ser grande en este deporte?, recuerdo que me decía, y yo le respondía: sí, está bueno”. Para llegar a ser la mejor, Aldana debió sacrificarse al máximo.

“Entrenaba en Amatitlán. Me iban a traer en bus al colegio en las tardes y regresaba como a las ocho de la noche a mi casa. Hacía mis tareas en el bus”, recuerda, mientras sonríe.

Por sobre todo, Andrea tenía deseos de competir en un deporte que fuera olímpico y el surf no lo era.

“El surf siempre fue para mí un hobby y quería competir. Siempre quise ser la mejor. Primero quería ganarle a las mujeres y lo pude lograr”.

“Después quería ganarle a todos los hombres, pero ahí sí me quedé, porque a Juani no le he podido ganar nunca. Él queda siempre campeón nacional de hombres y yo campeona nacional de mujeres y, en la general, él primero y yo, segunda”, expone.

SU DEBUT

Andrea encontró premio a su sacrificio al contar con la primera oportunidad de representar al país en un ciclo olímpico y lo hizo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010, Puerto Rico, donde obtuvo la medalla de bronce.

Ese logro marcó su vida porque se convirtió en la primera mujer en cosechar una presea para Guatemala en la navegación a vela de la clase Láser Radial.

Un año después el reto fue mayor, cuando también formó parte de la delegación guatemalteca que compitió en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

En esa oportunidad Andrea finalizó en el puesto ocho, resultado que le dejó un mal sabor de boca, pero que la atleta misma asegura que mejorará en los Panamericanos de Toronto de este año, a los cuales ya está clasificada.

Nació el el 29 de abril de 1989 y tiene dos hermanos: Estevan y Ana Gabriela.

Antes de dedicarse a la velear, surfeaba en las playas de Sipacate, entre los 11 y los 14 años.

En navegación a vela debutó en Mayagüez 2010, donde obtuvo la medalla de plata.

En 2011 compitió en los Panamericanos de Gudalajara. Finalizó en el puesto ocho.

Compitió por primera vez en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Fue puesto 32.

En Veracruz 2014 cosechó la medalla de bronce.

Fue campeona sudamericana el año pasado.

Aldana vivió su mayor experiencia deportiva cuando en el 2012 se clasificó y compitió en sus primeros Juegos Olímpicos de Londres. Su pasaje lo consiguió en el Campeonato Mundial de Boltenhagen, Alemania, en mayo del 2012.

En los referidos Juegos, Aldana finalizó en la posición 32 de un total de 54 participantes.

“La primera experiencia fue un sueño hecho realidad para mí, por el hecho de que fueron mis primeros Olímpicos y para ser la primera vez, siento que hice un buen papel. El estar entre tantas personas famosas y atletas de élite, creo que eso me distrajo un poco”, asegura.

El año pasado Andrea volvió a brillar en los que fueron sus segundos Juegos Centroamericanos y del Caribe Vercruz 2014.

Obtuvo el tercer lugar y la medalla de bronce, pero ese puesto significó otro trago amargo, pues indica que pudo haber peleado por la medalla de oro.

“Fue un momento difícil por el hecho de que yo tenía que ganar la medalla de oro. De las dos chicas que me superaron no lo habían podido hacer en las últimas competencias. Creo que me presioné mucho para hacer un buen papel. El Comité de regatas cometió un error el primer día de competencia y ese error me costó caro, porque ya no me pude recuperar”.

“Otra causa que me afectó fue el hecho que me habían dicho que si no obtenía un buen resultado, me quitarían la beca en el Comité Olímpico. Me preocupé demasiado por algo que nunca debí preocuparme en ese momento. Fue algo muy feo, porque no me gusta defraudar y ahí siento que fallé. Lloré un montón”, recuerda.

Ese momento y el de cuando le tocó viajar al Mundial de Perth, Australia, en el 2011, son dos de los que Aldana considera, los más difíciles que le ha tocado vivir en su carrera como velerista.

“Mi abuelo se murió la noche anterior al viaje. Casi cancelo el vuelo, pero tenía que cumplir. Fue feo no estar en su entierro y dejar a mi mamá así, pero era mi primera oportunidad para clasificar a Londres 2012. En Perth, mis tarjetas no servían, no tenía dinero. Estaba lejísimos y lo peor de todo es que no logré clasificar. Daban 30 plazas y yo quedé en el 31. Ir a competir esa vez no valió la pena para nada”.

SU PRINCIPAL FUERZA

La destacada velerista refiere que la principal fuerza que la impulsa a competir son sus deseos de ganar para poner en alto el nombre de Guatemala.

“Me gusta competir. Me gusta exponerme a mí misma fuera de mi zona confortable. Plantearme retos y ver hasta dónde soy capaz de llegar. Aparte mi mamá siempre ha sido una fuente de inspiración para mí. Ella me ha apoyado en todo y me ha dicho que yo puedo lograr lo que yo quiera, toda mi familia me apoya. Quiero ser un ejemplo para las demás personas porque también eso es bonito. En el futuro quiero contarle a mis hijos todo lo que he hecho. Todo eso me inspira, me gusta esforzarme al máximo y no ser mediocre”, enfatiza.

Se declara evangélica, Palabra Miel, y fuerte creyente de Dios y a quien considera su máximo guía.

“Dios forma parte de mi vida y ha hecho muchas maravillas conmigo. Me ha bendecido en todas mis competencias y me ha guardado. Es mi prioridad y quien me hace fuerte”, asegura Aldana.

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BUSCA PASE A RÍO 2016

Una de las prioridades de Andrea este año es buscar clasificarse en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, pero asegura que será más complicado, ya que son pocas las plazas que quedan.

Comenta que la forma de clasificar es totalmente distinta a la de Londres 2012, por una serie de restricciones que han implementado últimamente .

“Solo son dos plazas por continente. En el Mundial de Santander, España, el año pasado se otorgaron 14 boletos y se fue esa primera opción”, explica la velerista.

Indica que será en los Panamericanos de Toronto 2015, cuando nuevamente intente sellar su pase. Se otorgarán dos boletos en esas justas. Una para Norteamérica y otro para Sudamérica.

“Aún no sé en cuál de las dos regiones me ubicarán, aunque lo más seguro es que yo entre como Norteamérica, lo cierto es que es más complicado”, sostiene la atleta.

De no clasificarse en Toronto, Andrea contaría con otra posibilidad cuando compita en el Mundial de Láser Radiel, en Omán, en noviembre próximo, donde se otorgarán seis plazas.

“Eso le bajará el nivel competitivo a los Juegos Olímpicos, por el hecho de que van a dar plazas para África y ahí no hay nadie que velee. Entonces la primera que se suba a un velero podrá ir a unos Juegos Olímpicos. Lo único que subirá es la participación de todos los continentes. Hay bastantes fechas, pero no hay bastantes plazas. En total quedan ocho”, comenta Andrea.

Aldana imagina su futuro tras Río 2016, como una mujer dedicada a otro estilo de vida, no en la navegación.

“Mi vida va a cambiar después de Río. No creo llegar a otros Juegos Olímpicos. Tengo que hacer otras cosas en mi vida. Quiero sacarle provecho a mi profesión de diseñadora industrial, que es de lo que me gradué”, comenta la atleta.

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