“Como bien dice uno nunca conoce el amor que sienten nuestras madres por nosotros, hasta que llegamos a serlo, ahí comprendemos que ellas siempre luchan por darle lo mejor a sus hijos, pues ellos lo son todo, para mi hoy en día lo primordial es Jesús, aunque amo el deporte no hay amor más grande que el que tengo por mi bebé y mi familia” expresó la campeona centroamericana.
María Castellanos dice que gracias al Karate Do y al deporte en general tuvo un embarazo tranquilo sin sentir las molestias o los famosos síntomas que este conlleva, al igual en el momento del parto fue todo muy rápido y sin complicaciones “El practicar deporte me ayudo durante todo el embarazo, me hacía sentir con más ánimos, incluso la panza me empezó a crecer hasta los cinco meses y cuando Jesús nació, el verlo tan sano y lleno de vida me cambio el mundo”.
Jesús Miralles Castellanos hijo de la atleta con José Miralles, con tan sólo un año y ocho meses ya tiene sus pequeños guantes y se emociona cuando acompaña a mamá a los entrenos, empieza a lanzar patadas e imitar a sus papás “El disfruta el Karate como nadie lo hace, si Dios lo permite en seis meses puede iniciar con sus entrenos, aunque a veces siento algo de miedo de que vea los golpes como algo normal, pero ese será nuestro reto el guiarlo y que disfrute el deporte. Yo estoy dispuesta a apoyarlo en el deporte que elija, aunque imaginarlo arriba del tatami en un combate y ver como da y recibe golpes es algo que me estruja el corazón, pero el tendrá nuestro apoyo incondicional”. Durante las jornadas de entrenamiento de María recibe la ayuda de su esposo y madres de familia que ese encuentra en la federación para poder cuidar a Jesús mientras ella entrena.
Jesús es el fiel compañero de María, va con ella a todos los lugares que puedan ir juntos, “Siempre he pensado que si Dios me dio la bendición de ser madre, es para criar a mi hijo yo, por eso no me gustaría dejarlo bajo el cuidado de nadie que no sea mi familia, la primera vez que me tocó viajar a una competencia fue difícil, ya que cada minuto estaba pensando en él, me preguntaba qué estaba haciendo, si estaba bien y si me extrañaba, hasta que José –Su esposo- me dijo él bebe esta en las mejores manos, con tu mamá no te preocupes y enfócate en la competencia” dijo María.
La mayor satisfacción para María fue el que después del embarazo, y tras fuertes jornadas de entrenamiento cuando el médico lo indicó mientras la mayoría de personas pensaba que ya no daría frutos en el deporte ganó tres medallas de oro en su disciplina en los Juegos Centroamericanos de San José, Costa Rica.
En un futuro no muy lejano Castellanos sueña con volver a ser madre y seguir disfrutando de la dicha y bendición de traer un hijo al mundo, también le desea a todas las madres un feliz día, que disfruten su día al máximo “No solamente debe ser el 10 de mayo, todos los días debemos de festejar y por sobretodo respetar y amar a nuestras madres, ya que ellas darían todo por nosotros”. añadió.