Deporte Nacional

Mario Bran es un gladiador incansable de la marcha

“Crecí en Linda Vista, Villa Nueva”, dice con orgullo Mario Bran, después de haber marchado por casi dos horas en la pista del estadio Mateo Flores

Mario Bran, seleccionado de marcha, estará en los Juegos Olímpicos de Río 2016. (Foto Prensa Libre: Jeniffer Gómez).

Mario Bran, seleccionado de marcha, estará en los Juegos Olímpicos de Río 2016. (Foto Prensa Libre: Jeniffer Gómez).

El marchista ajusta los últimos detalles para llegar en su mejor punto a sus primeros Juegos Olímpicos, después de años de esfuerzo y dedicación al deporte que lo enamoró cuando tenía 12 años.

Junto a Jaime Daniel Quiyuch y Érick Barrondo, Bran competirá en la desgastante prueba de 50 kilómetros de distancia en Río 2016, con lo que cumplirá un sueño que “le arrebataron” para las justas de Londres 2012.

La perseverancia y disciplina han sido fundamentales en la vida de Bran. Esas  cualidades lo han llevado al momento cumbre de su carrera  hasta hoy. El no permitir que nadie pisoteara sus sueños ni quebrantara su voluntad  fueron el aliciente para mantenerse firme.

Mario Bran


La marcha, una disciplina del atletismo, le ha traído las más grandes alegrías junto a su familia. Aunque sus inicios en el deporte incluían un balón de futbol  en el medio del campo, la marcha acaparó su atención aquel 8 de mayo de 1999, cuando el guatemalteco Julio René Martínez Sicán impuso un récord mundial en la prueba de 20 kilómetros, en Alemania.

“A mí me gustaba jugar chamuscas. Desde pequeño jugábamos futbol en la cuadra; siempre me gustó. El día que vi la hazaña de Julio Martínez  la marcha llamó mi atención, y cuando empecé a investigar más de esta disciplina, me enamoré totalmente”, confiesa el atleta.

Todos esos recuerdos con el balón pegado al pie, regates y gambetas pasaron a un segundo plano cuando Bran decidió  enfocarse en la marcha, a pesar de que sus padres no lo apoyaron en ese momento porque consideraron que los estudios debían er prioridad.

Respaldo

A pesar de eso, al ver el entusiasmo, el apoyo de la familia no tardó en llegar, aunque vendrían tiempos difíciles.

“El momento más difícil fue cuando se me excluyó del equipo nacional y me retiraron la beca. Me tuve que trasladar a Quetzaltenango para continuar con la caminata. Ese año fue muy duro porque mi papá me estuvo ayudando económicamente. Es tan difícil porque el hecho de ayudarme complicó las cosas en la familia,   se adquirieron deudas que apenas estamos saldando”, confiesa.

Aunque Bran no tuvo la mejor experiencia con el técnico   Rigoberto Medina, a este cubano se le recuerda en Guatemala por haber sido pieza vital en el logro de Érick Barrondo, cuando ganó la histórica medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Mario Bran

Bran fue separado del equipo nacional de marcha cuando el entrenador cubano Rigoberto Medina estaba a cargo. “Él nunca creyó en mí. Me retiró del equipo sin tener ningún argumento. Simplemente hizo lo que se le dio la gana. Se decía que yo no tenía disciplina para trabajar. En ese tiempo  siempre estuve presente en las competencias internacionales, con el apoyo de la Federación”, afirma.

Este fuerte golpe a su carrera como deportista de alto rendimiento no lo detuvo; por el contrario, le dio más coraje para seguir luchando y aunque se alejó relativamente de la marcha, no dejó el deporte a un lado. “Estudié para ser árbitro y fue una gran experiencia. Pude dirigir en la segunda división del futbol nacional. Aprendí muchísimo, sobre todo a formar mi carácter, algo que ahora me sirve mucho”, dice.

Después de su paso por el futbol, Bran retornó a la marcha a lo grande y ahora la vida le presenta una nueva oportunidad para representar a Guatemala en el máximo evento deportivo a escala mundial.

Fue en marzo de este año cuando Mario Bran se lució en Ciudad Juárez, Chihuahua, México, en un Challenge de la Iaaf. Entró en la décima posición del evento de 50 kilómetros y logró la marca para los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Barrondo, Quiyuch y Luis Ángel Sánchez también cuentan con la marca en esa distancia, por lo que el técnico polaco Bohdan Bulakowski tuvo que hacer un test para definir quién iría a Río.

“Gracias a Dios cumplimos con lo requerido y puedo decir que estamos clasificados. Ahora, a trabajar con nuevas metas, porque ha sido un camino duro, con muchas caídas pero jamás me rendí. Solo yo podía decidir y los obstáculos me hicieron más fuerte”, dijo Bran después de que se confirmó su participación en las justas olímpicas.

Para Bran este sueño que se hace realidad y que cada vez está más cerca es el máximo regalo que Dios le ha dado y que también comparte con su familia, que en ningún momento dudó de su capacidad y siempre lo ha apoyado.

“Estoy más motivado que nunca y ahora solo me quiero preparar para llegar de la mejor manera a Río”, enfatizó.

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