A lo largo de la historia de las justas (1926-2010), que se disputarán este año del 14 al 30 de noviembre, la disciplina del remo ha mostrado superioridad en la cosecha de medallas en comparación con otros deportes en que la delegación guatemalteca ha participado.
Un total de 72 medallas, divididas en 11 oros, 14 platas y 47 bronces, colocan al remo en primer lugar de todas sus participaciones, pero la mayoría han sido ganadas en la especialidad de botes ligeros.
Sin embargo, las expectativas para la edición de Veracruz, México, parece ser complicada, ya que la organización determinó y aprobó la participación de solo dos eventos con botes ligeros —doble par y cuatro sin timonel—, los demás serán de peso abierto.
Cuesta arriba
Esta normativa dificultará la actuación de la delegación guatemalteca, ya que los remeros no están acostumbrados a competir en peso abierto, y el entrenador Mario Ordóñez tendrá una difícil tarea para la preparación.
“Generalmente los botes abiertos se dan en eventos panamericanos. Ellos usaron el manual de los Juegos de Guadalajara —2011—, y con esto se restan posibilidades porque se debe enfocar en eventos de peso abierto que requiere más nivel”, comentó Ordóñez.
Según el entrenador, son muchos factores a los que los atletas deben adaptarse para tener un buen desenvolvimiento contra potencias como Cuba o México, que tienen atletas de mayor volumen físico.
“Se debe potencializar algunos botes para la participación en esa especialidad, pero la diferencia es abismal. En abierto podemos hablar de personas de 100 kilos para arriba, en ligero es 72.5. Se va a orientar a que haya participación para ellos, para igualar la condición técnico-física y poder tener un buen nivel para ese evento”, señaló.
El entrenador aseguró que los organizadores utilizaron esta modalidad como estrategia para sacar ventaja en comparación con los demás países.
“Me sorprende la postura porque en el área se manejan pesos ligeros, ya que la condición de nuestros deportistas no es corpulenta, pero no hay que bajar los brazos y dedicarse a la preparación de los remeros”, refirió Ordóñez.
Para esta competencia se dejó fuera el individual y dos sin timonel ligero, las dos modalidades más fuertes para los nacionales.
“Para este año la preparación se va a intensificar, haremos tres turnos al día, las cargas de gimnasia aumentarán, los kilómetros en el lago aumentarán, con el fin de paliar la desventaja que tienen contra un peso abierto”, dijo el entrenador.
La mayoría de remeros nacionales tienen una media de estatura de 1.80 a 1.85 metros, factor que también sería beneficioso en esta modalidad.
