Deporte Nacional

Chalí quiere representar a Guatemala a nivel internacional

Atrás quedó un año con incontables éxitos sobre el asfalto y batallas personales, a causa de la anorexia. Sin embargo, el 2014 pinta prometedor para Merlin Chalí, quien espera dar un paso gigante en su carrera y representar a Guatemala a escala internacional por primera vez.

Maritza, Kimberly,   Rubén —entrenador— y Merlin Chalí, buscan destacar a escala internacional en el 2014. (Foto Prensa Libre: Jeniffer Gómez)

Maritza, Kimberly, Rubén —entrenador— y Merlin Chalí, buscan destacar a escala internacional en el 2014. (Foto Prensa Libre: Jeniffer Gómez)

“Gracias a Dios por tantos logros que me ha dado. Durante el 2013 estuve ganando casi todas las competencias. Fueron raras las que no gané, y esa es una bendición”, expresó Chalí, quien recientemente ganó la tradicional carrera San Silvestre.

Motivada por su familia y por levantar el nombre de Guatemala, la amatitlaneca se ha trazado para este año representar al país en el ámbito internacional y aspira, junto a sus hermanas Maritza y Kimberly, a conseguir la marca en los 10 mil y cinco mil metros, para competir en los Juegos C.A. y del Caribe de Veracruz 2014.

“Vamos a echarle ganas para poder clasificar a Veracruz y representar mejor a mí país. Hacen falta mujeres para poner en alto el nombre de Guatemala”, expresó la atleta, quien además de practicar el deporte por pasión lo hace para ayudar económicamente a su familia.

“A parte del deporte ayudo cuando puedo a mi mamá, en la venta de granizadas”, refirió.

Intensa lucha

Pese a los logros alcanzados en el ámbito deportivo durante el 2013, la atleta de 23 años tuvo que superar un momento difícil: luchar contra la anorexia.

“Tuve una gran decepción con mi enfermedad, la anorexia. Ya no quería entrenar. Fue algo crítico porque hasta terminé en el hospital y hubo un momento en el que dije que ya no podía más”, relató Chalí.

“Poco a poco empecé a perder fuerzas. Se me caía el pelo. Me miraba al espejo y me decía que estaba gorda. Fue muy duro. Bajé mucho de peso y por eso ya no podía terminar las competencias”, contó.

Para superar los complicados momentos debidos a la enfermedad, que consiste en una serie de trastornos alimenticios, fue clave el apoyo de sus hermanas y de sus padres, además de la fe en Dios.

“Toda mi familia me estuvo apoyando, principalmente el apoyo de Dios. Me enseñaron videos de las consecuencias de la enfermedad, y la verdad, me asusté mucho. Me dio mucho miedo y gracias a Dios eso ya quedó atrás. No se lo deseo a nadie”, resaltó.

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