Deporte Nacional

Rodrigo Rodas es el heredero de una pasión familiar al golf

Detrás de aquel niño tímido y de pocas palabras se esconde un gran talento. Rodrigo José Rodas Urruela, de 14 años, es una de las nuevas promesas del golf. En sus venas corre la pasión por este deporte y sueña en convertirse en jugador profesional.

Rodrigo se caracteriza por ser perseverante y mentalmente fuerte en el campo de juego, algo sumamente importante para cualquier jugador, según explica su padre, Rodrigo Rodas Sánchez, quien también practica ese deporte.

Más allá de tener el carácter idóneo, el pequeño Rodrigo ha deslumbrado por su buen juego en corto en los greens y por sus potentes y bien direccionados swings.

Nació en el seno de una familia que por generaciones ha practicado ese deporte. Su abuela Marta Sánchez —qepd— fue la precursora del golf en su familia. Posteriormente y hasta la actualidad, su padre y su tío Jorge siguen jugando a manera de entretenimiento.

Su primo Andy Rodas fue un destacado jugador juvenil, y actualmente estudia en una universidad de Estados Unidos; se prepara para dar el salto como profesional.

Sus primeros pasos en los verdes y espléndidos campos los dio con solo 7 años. Su padre fue el principal impulsor, pues desde el nacimiento de Rodrigo prometió que le inculcaría ese deporte al único varón y último entre cuatro hermanos.

En su comienzo debió debatirse entre el dilema de jugar futbol o ser golfista. Mientras estudiaba la primaria, sin dejar el golf, también desarrolló la habilidad de jugar al balompié en la posición de volante.

Hace dos años, tomó la difícil decisión de abandonar el futbol y dedicarse de lleno al deporte de palos, hoyos y pelotas.

“Tengo como meta estudiar y convertirme en profesional. Si no se logra, me quedaré tranquilo por haberlo intentado”, expresó el jugador, quien confiesa que lleva como gran ejemplo a Pablo Acuña y a José Toledo, jugadores profesionales de Guatemala que forman parte del PGA Tour Latinoamérica y del Web.Com Tour.

Con mucho brillo

Hoy en día, Rodrigo ha dejado huellas en los torneos nacionales e internacionales.

En su pequeña e incipiente vitrina ya guarda varios trofeos. Ha sido cinco veces campeón del ranquin nacional y en cuatro ocasiones ha logrado ser campeón nacional.

El 2014 ha sido el mejor año para Rodrigo, quien consiguió la triple corona —de ranquin, campeón nacional y monarca de torneo match play— y logró representar de buena manera al país en eventos internacionales.

En agosto del 2014, viajó al Torneo Teen World Championship —US Kids— en Pinehurst, Carolina del Norte, donde empató en el cuarto lugar con otros cinco jugadores, entre 146 participantes, y quedó a solo cuatro golpes del campeón.

Dos meses después, en octubre, consiguió un segundo lugar en la Copa Latinoamericana Enrique Santos, en Guayaquil, Ecuador.

Pero su mejor logro fue este año, cuando se consagró en campeón del Istmo, luego de haber ganado el Centroamericano de Golf Juvenil, disputado en el Cariari Country Club, en San José, Costa Rica. Ese torneo se desarrolló del 6 al 10 de enero.

“Fue un torneo en difíciles condiciones, por el fuerte viento que sopló en el lugar”, recordó su padre, quien estuvo acompañando a Rodrigo en su aventura internacional.

En un país donde la participación en ese deporte es reducida, por su alto costo, Rodrigo se traza un futuro prometedor.

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