En descargo de Robben y Messi, ambos fueron sometidos a un estrecho marcaje por parte de los defensores, sabedores de que eran seguramente los dos únicos jugadores, de los 22 en el campo, capaces de decidir por sí mismos la semifinal.
– Robben tuvo el triunfo en su pie –
Robben cambió continuamente de banda para tratar de ganar espacios, pero siempre chocó con Marcos Rojo o con Pablo Zabaleta, y cuando lograba superar a los laterales, llegaban Martín Demichelis o Javier Mascherano al corte para salvar cualquier ocasión de peligro.
El extremo del Bayern de Múnich apenas tocó el balón en los primeros 45 minutos. Frustrante. Autor de tres goles y una asistencia desde el inicio del torneo, Robben no tuvo la misma influencia en el juego que en los partidos precedentes. Sin embargo, poco antes de llegar a la prórroga, tuvo en sus pies la ocasión de dar a su equipo el pase a la gran final del domingo en el Maracaná, donde esperaba Alemania.
En el minuto 90, el habilidoso extremo del Bayern se infiltró en la línea defensiva argentina y se quedó sólo delante del arquero Sergio Romero, pero apareció inconmensurable Mascherano para lanzarse ‘in extremis’ y evitar el remate de Robben. En la prórroga, sus compañeros le buscaron continuamente, pero era imposible que Robben pudiese por si sólo romper la barrera defensiva albiceleste.
Messi, por su parte, buscó mucho la pelota, pero a menudo jugó sin criterio. Muchas pérdidas de balón y errores inhabituales en los pases. No fue un gran Messi. Sólo inquietó a Jasper Cillessen al cuarto de hora de juego, con un lanzamiento de falta desde la frontal del área, pero flojo y muy centrado como para inquietar al arquero holandés.
– Encerrado por cinco defensores –
‘La Pulga’ trató de cansar a los defensas, pero los holandeses estuvieron demasiado organizados como para dejarse sorprender por el astro del FC Barcelona.
“Jugamos contra Argentina, no contra Messi”, declaró el martes Louis van Gaal, aunque el seleccionador holandés preparó un dispositivo defensivo para que el ’10’ argentino tocase lo menos posible el balón.
Autor de cuatro goles desde el comienzo del torneo Messi, estuvo muy bien vigilado durante todo el partido, frente a un equipo con cinco defensas y dos medios defensivos.
Messi, en el momento decisivo, no falló su penalti (tampoco lo hizo Robben), colaborando en la clasificación, pero tanto él como Argentina deberán ofrecer una cara muy distinta el domingo si quieren lograr el tercer título de la historia de la Albiceleste.