“Quiero quedarme y continuar desarrollando el equipo y el club. Comenzamos un periodo muy apasionante. Tenemos un equipo fuerte, estabilidad financiera y un apoyo enorme en todo el mundo. Estamos decididos a lograr más éxitos para este club“, declaró el técnico galo en el comunicado del Arsenal.
A su cargo, el Arsenal ha cosechado este año un insípido cuarto puesto en la Premier inglesa, con 79 puntos, pero consiguió clasificarse para la Champions al final de la temporada gracias a la victoria de la Copa de Inglaterra (FA Cup), primer título del Arsenal después de ocho años.
La victoria ante el Hull City en la final de la Copa de Inglaterra le dio a Wenger su octavo trofeo al frente de los “gunners“, después de llevarse el título de la liga tres veces -en 1998, 2002 y 2004- y de ganar la FA Cup en cinco ocasiones.
Hoy, Wenger dijo estar “agradecido” a la directiva del Arsenal porque “siempre ha tenido fe“ en él y recordó que ambos “han permanecido unidos” en malos momentos y también en “momentos fantásticos“.
“Cada vez que esa unión se ha puesto a prueba obtuve la reacción correcta. Creo que he demostrado también lealtad hacia este club y espero en que podamos seguir haciendo historia“, señaló el preparador.
A Wenger se le atribuyen importantes cambios en el club de Londres, así como el acierto con futbolistas como los franceses Patrick Vieira, Thierry Henry y Gal Clichy, el español Cesc Fbregas o el holandés Robin Van Persie, entre otros.
El técnico francés rompió con su habitual moderación en el gasto el último verano, cuando pagó por el alemán del Real Madrid Mesut Özil 50 millones de euros, casi el doble de lo que vale cualquier otro jugador de su plantilla.