En ese lugar y cerca del aeropuerto internacional Galeao, unos 200 profesores bloquearon brevemente la salida del autobús con jugadores, en reclamo de un aumento salarial y contra el enorme gasto público en obras para la Copa Mundial.
Gritaron consignas contra el Mundial, que comienza el 12 de junio, y pegaron autoadhesivos con la leyenda “No habrá Copa” en el bus de la selección brasileña.
“¡No me interesa la Copa! ¡Quiero más dinero para la salud y la educación!”, coreaban, algunos con narices de payaso.
Al cabo de una media hora, el autobús pudo finalmente partir bajo escolta policial hacia el centro de entrenamiento Granja Comary en Teresópolis, en una región montañosa a 90 km de Rio.
Los manifestantes intentaron bloquear el paso del autobús en la carretera cercana al aeropuerto pero éste se desvió a último momento, aceleró y pudo esquivarlos.
Los profesores de la red de enseñanza pública del estado de Rio de Janeiro están en huelga desde el 12 de mayo en reclamo de un aumento de 20% para todos los trabajadores de la educación municipales y estatales. Al acercarse el Mundial, varios sectores han entrado en huelga.
En la Granja Comary, en tanto, unos 50 manifestantes antiCopa recibieron la llegada del bus con los jugadores.
“Yo creo que la selección es un patrimonio cultural y deportivo del pueblo brasileño”, dijo en una rueda de prensa el coordinador técnico del equipo nacional Carlos Alberto Parreira.
“El pueblo va a apoyar a la selección brasileña durante la Copa del Mundo, no tengo la menor duda. Nadie está en contra de la selección brasileña”, añadió el responsable del tetracampeonato en 1994.
