Messi, con dos goles y una asistencia, desatascó un partido que tenía el mismo aroma de los últimos y salvó a su equipo, que ahora está a cinco puntos del Atlético de Madrid (con un partido menos) y a dos del Real Madrid.
Y eso que fue el Barcelona un equipo sin alma durante el primer tiempo. Parecía ‘grogui’ el equipo de Ronald Koeman después de los batacazos ante el Paris Saint Germain y el Cádiz. Previsible en ataque y endeble atrás. Pasto de su falta de confianza, cualquiera le puede toser, mirarle a los ojos y en muchas ocasiones hasta por encima del hombro.
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Dejó Koeman a cinco futbolistas que empataron ante el Cádiz; Escriba realizó cuatro cambios respecto al equipo que venció al Eibar, pero el Barsa siguió con un fútbol plano en el que solo lució un futbolista en el primer tiempo: Francisco Trincao.
El portugués fue el único que animó el ataque de los azulgrana. Fue el único que desbordó, fue el único que remató con intención, fue quien generó peligro en un equipo que parece que ya ha bajado los brazos.
P I C H I C H I 🐐 pic.twitter.com/ZBsJu48EyC
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Tuvo problemas el equipo catalán en la construcción. Pjanic no da agilidad al juego, de Jong no tuvo llegadas desde atrás, Pedri apenas desbordó; y ¿Messi? Acompañado por Braithwaite espero algún desborde, alguna jugada individual para que la banca saltara, pero tampoco parecía hoy su noche, hasta que en la segunda parte volvió a demostrar de lo que es capaz y decantó la balanza para su equipo.
A todo ello hay que añadir los problemas estructurales en defensa. Jugaron en el eje Piqué y Umtiti, una pareja que era titular no hace tanto, y que no jugaban juntos desde junio pasado. Mingueza ocupó el carril derecho y Alba, el izquierdo.
⏰ En juego la segunda parte
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Pero a las primeras de cambio (minuto 5), Lucas Boyé ya avisó con un remate cercano antes las dudas de los centrales. Antes, Trincao, en la primera acción de ataque del partido, puso a prueba a Edgar Badia.
Los mismos protagonistas agitaron el partido en el 20. Esta vez, el portugués hizo una gran jugada individual, con un par de regates, pero remató donde estaba Badía.
Con el paso de los minutos, el Elche se sintió más cómodo. El Barça no llegaba y los de Escribá jugaron más sueltos hasta el punto de que tuvieron una buena llegada por medio de Pere Milla en el 44.
Koeman acertó dejando a un estéril Pjanic en el banco y buscando el desborde de Dembélé en el descanso. El Barça era más reconocible y prácticamente en la primera acción del segundo tiempo, en una gran combinación entre Braithwaite y Messi, los azulgrana marcaron.
Fue el argentino quien anotó el 1-0 en el minuto 48, tras recibir una asistencia de tacón del danés. Pero como ha ocurrido tantas veces esta temporada, el Barcelona no tuvo continuidad, volvió a las andadas y el partido volvió a rebajar sus revoluciones.
Con media hora por delante, Escribá puso en juego a Fidel y Morente, buscando alguna oportunidad, pero quien volvió a aparecer fue Messi, después de un gran acción de De Jong.
El holandés firmó un eslalon prodigioso, que recordó a los que ofrecía en su etapa en el Ajax, y asistió a Messi, que con temple definió ante cinco contrarios y el portero (2-0, min. 69).
Cuatro minutos después, Messi sirvió sobre Braithwaite, otro de los destacados este miércoles, quien dio su segunda asistencia de gol del partido, esta vez para que Alba cerrara el partido.
Antes del final, Griezmann, que salió por los danés, tuvo un par de clarísimas ocasiones para aumentar la cuenta goleadora, pero el francés sigue negado ante la portería contraria.