La primera ocasión del encuentro llegó a los cuatro minutos de partido, después de una jugada rápida del Valladolid que terminó con un pase al hueco del alemán Ebert y un disparo del colombiano Alcatraz que se marchó desviado por el palo derecho de la meta defendida por David Cobeño, habitual suplente en el campeonato liguero.
Un minuto después, el Rayo dio la réplica con una doble ocasión de Iago Falque. En la primera acción un defensor vallisoletano rebañó el balón en el punto de penalti cuando el franjirrojo iba a rematar y acto seguido, en la segunda, un balón dividido cayó en sus pies y su disparo se marchó alto.
Esa sucesión de ocasiones dio paso a unos minutos de largo hastío en los que ninguno de los dos conjuntos daba sensación de peligro y apenas inquietaba el área rival.
El letargo finalizó a los 27 minutos de juego, cuando Manucho bajó de espaldas un balón en el área para que su compañero Luis Sastre lanzara un potente disparo que Cobeño repelió y Javi Guerra remachó al fondo de las mallas.
Al Valladolid le duró muy poco la alegría, puesto que cuatro minutos después el Rayo logró la igualada con un tanto de cabeza de Adrián González, quién remató en el segundo palo un balón magníficamente centrado desde la derecha por Anaitz Arbilla, que antes del descanso tuvo que ser sustituido por lesión.
Nada más comenzar la segunda mitad, el Valladolid se quedó con un hombre menos por expulsión del delantero Javi Guerra, que propinó una patada sin balón a Gálvez que el árbitro consideró como agresión.