Cornetas, bocinazos, pitos, banderas, camisetas, gorras, en fin todo lo que sirva para mostrar el orgullo por la selección, sirve hoy para celebrar la inédita plaza en cuartos donde Colombia tendrá como rival a Brasil.
En Bogotá, la gente salió de sus casas para celebrar y abrazarse en mitad de la calle con vecinos y desconocidos, una estampa inusual en este país pero que con la actuación de la selección de fútbol en el Mundial ha empezado a vivir un sentimiento de unidad nacional nunca antes visto.
En muchos pueblos el triunfo fue recibido con fuegos pirotécnicos, caravanas de vehículos y música en las puertas de las casas.
La fiesta comenzó desde antes del inicio del partido, con las imágenes retransmitidas por la televisión desde Río de Janeiro de la selección y de miles de colombianos que viajaron a Brasil, y fue subiendo en intensidad a medida que pasaban los minutos del partido con los uruguayos.
El espectacular gol de James Rodríguez en el minuto 28 desató la primera euforia colectiva y de ahí en adelante cada jugada de los dirigidos por José Pekerman, cada atajada del portero David Ospina era celebrada con gritos y aplausos en todos el país.
En el intervalo del partido la fiesta empezó a tomar forma en las calles y con el segundo gol de Rodríguez, en el minuto 50, la fiesta se prendió definitivamente.
Después de este triunfo, y especialmente de la demostración de buen fútbol de la selección, son muchos los que se aprestan a celebrar largo ya que el lunes será día festivo, y no son pocos los que se aventuran a pronosticar que Colombia tiene equipo para llegar a la final