El estadio Arena da Baixada, propiedad del club Atlético Paranaense, es el más atrasado de los 12 que albergarán partidos del Mundial. A poco menos de cinco meses para el evento, las obras en este recinto están avanzadas en un 88%, según el propio club.
“La cuestión es delicada. Seamos francos y directos. Como deben saber, la situación actual del estadio no es de nuestro agrado. No sólo está muy atrasado, sino que está lejos de cualquier buen cronograma de entrega para la FIFA” , lanzó el dirigente.
El próximo 18 de febrero, el estadio debe mostrar algún “progreso” , siguió.
“De aquí al 18 de febrero tendrán que decidir. Es necesario que se hagan obras que nos permitan confiar en que es posible realizar la Copa del Mundo aquí. Como está hoy es un peligro. No hay una fecha límite, no hablamos más de eso. El 18 de febrero vamos a ver lo que se está haciendo” , indicó el representante de la FIFA.
Casi en paralelo, el ministro de Deporte de Brasil, Aldo Rebelo, en una declaración a periodistas, garantizaba que el recinto estaría listo a tiempo para recibir los cuatro partidos del Mundial que están previstos.
“Hablé con el secretario general de la FIFA sobre las medidas adoptadas por el Gobierno y por el Ministerio de Deporte (…) y todo nuestro esfuerzo en el sentido de tomar las medidas que garanticen el estadio de Paraná para la Copa del Mundo 2014. Ese es el esfuerzo que estamos haciendo” , dijo Rebelo a periodistas en Brasilia.
Los problemas en Curitiba se suman a los retrasos en el estadio sede del partido inaugural del 12 de junio, el Arena Corinthians de Sao Paulo, luego de un fatal accidente sufrido durante las obras que ocasionó la muerte de dos trabajadores.
Sin embargo, Valcke visitó los avances en el recinto paulista el lunes y se mostró confiado de que será entregado en abril.
El secretario general de la FIFA asistirá el miércoles a la inauguración del Arena das Dunas de Natal (noreste) , el primero en acabarse de los seis estadios restantes para el Mundial. Los otros seis ya fueron usados en la Copa Confederaciones.
En relación a la Copa del Mundo, existe una preocupación generalizada por parte de los organizadores sobre la capacidad de Brasil para superar los problemas logísticos, incluyendo una red de transporte deficiente, aeropuertos en vías de ser reformados, además de los altos precios de los hoteles.