De momento, los €100 millones que ha invertido el club blanco en el centrocampista no han sido amortizados. Es cierto que no ha tenido buena suerte. Empezó con mal pie la temporada con una lesión muscular que le obligó a perderse los partidos de Liga frente al Celta, el Valladolid y el Villarreal.
Reapareció contra el Levante para disputar los últimos 31 minutos tras sustituir al brasileño Casemiro. El Real Madrid ganó 3-2. Fue titular en el siguiente choque contra el París Saint-Germain y se notó su falta de ritmo. Los hombres de Zidane cayeron con estrépito 3-0 y fue sustituido por Lucas Vázquez, a falta de media hora para el final.
Pero en su tercer envite se vieron brotes verdes en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. El Real Madrid consiguió una victoria trabajadísima ante el Sevilla, con un solitario tanto del francés Karim Benzema en la que todo el equipo se tuvo que arremangar para mostrar una combativa versión que no se veía desde hace tiempo.
Y, entre todos, no desentonó Hazard, que aunque no tuvo una actuación destacada en ataque, sí se puso el mono de trabajo como el resto de sus compañeros. Los datos señalan una actitud defensiva excelsa: fue uno de los jugadores que más balones recuperó, hasta ocho.
También firmó una labor creadora casi perfecta con un 91 por ciento de pases correctos. Prácticamente no falló y además se desfondó ayudando al lateral francés Ferland Mendy para controlar las subidas de Jesús Navas por la banda derecha del Sevilla. Su sacrificio fue inmenso.
Luego, Zidane decidió rotar frente a Osasuna. Como la Liga que ganó hace dos temporadas, comenzó a utilizar a la “Unidad B”, en la que sobresalieron los brasileños Vinícius Junior y Rodrygo Goes. Y, mientras, otras figuras más importantes tomaban oxígeno para el choque ante el Atlético después del tremendo esfuerzo de Sevilla.
Ahora, Hazard seguro que tiene ganas de cerrar muchas bocas. Como por ejemplo, la de Rolland Courbis, extécnico de equipos como Olympique Marsella, Girondins o Montpellier, que se subió al carro de dar palos a la estrella belga después de la derrota del Parque de los Príncipes.
“Hazard era visto como la locomotora en cuanto a los fichajes, pero en realidad es un vagón de cola. Llegó en la pretemporada con seis o siete kilos de más… es una grosería. Si nos siguen diciendo que es un vago, este jugador nunca debería haber fichado por el Real Madrid”, dijo.
Tal vez esas declaraciones y otras muchas estimularon a Hazard, que en pocas horas comenzó a silenciar a críticos como Courbis, que aprovechó un mal partido del Real Madrid para criticar a uno de los hombres que tiene que ser su pilar en el club blanco este curso.
La siguiente oportunidad de Hazard para demostrar que fichó por el Real Madrid para hacer algo grande la tendrá en el Wanda Metropolitano.
Allí, ya se exhibió con el Chelsea, cuando ganó 1-2 en la fase de grupos de la Liga de Campeones 2017-2018. Quiere repetir esa actuación y comenzar a ser el hombre que brilló en Inglaterra. Sin duda, ante el Atlético de Madrid, es la hora de Hazard.
Contenido relacionado
> El Atlético y un triunfo aún por descubrir en el Metropolitano
> De Ronaldo Nazario a Rodrygo, el debut soñado en el Real Madrid
> La razón por la que Vinicius Junior lloró durante el duelo entre el Real Madrid y el Osasuna