A pesar de este cambio de postura por parte del Barcelona, que siempre ha subrayado que defiende la libertad de expresión de sus socios y aficionados, no se descarta que la entidad catalana haga algún acercamiento a la UEFA para abordar esta sanción.
El expediente se originó a partir de la inspectora ucraniana Anna Bordiugova, quien viendo el partido por televisión presentó una propuesta de sanción, cuando el representante del organismo en el estadio de Berlín redactó un informe sin incluir ningún problema.
Finalmente, la UEFA decidió sancionar con 30 mil euros al Barcelona por la exhibición de banderas y cánticos independentistas en la final contra el Juventus.
Para la UEFA, el Barcelona incumplió el artículo 16, punto 2 apartado e, del reglamento disciplinario, cuyo redactado es el siguiente: “El uso de gestos, palabras, objetos u otros medios para transmitir un mensaje no apropiado en un acontecimiento deportivo, especialmente mensajes que son políticos, ideológicos, religiosos, ofensivos o de una naturaleza provocadora”.