Desde que se anunció el fichaje, el jugador fue recibido por la hinchada radical del Saint-Etienne con mucha hostilidad por haber militado en el Lyon y llegó a recibir amenazas de muerte.
Anthony Mounier, volante francés.
Los ultras, que colgaron una pancarta en el estadio Geoffroy-Guichard que rezaba “nuestros colores no serán jamás los tuyos”, no olvidan especialmente la actitud de Mounier en marzo de 2012 cuando se midió al Saint-Etienne.
El jugador, formado en el Lyon y que militó en su primer equipo hasta 2009, fue captado por las cámaras celebrando un gol con su equipo de entonces, el Niza, en un partido liguero entonando un cántico contra el Saint-Etienne en el Geoffroy-Guichard.
“Estoy listo para dar explicaciones a los aficionados para que empecemos bien. Cometí errores propios de la juventud”, se excusó el medio durante su presentación por “Los Verdes” el pasado 27 de enero.
A pesar de la voluntad conciliadora de Mounier, radicales agrupados en “Envertetcontretous” (“Verdes y contra todos”) lograron revertir la cesión y el jugador tuvo que regresar a Italia.
Voces del fútbol francés han reaccionado con indignación, como la de Jacques-Henri Eyraud, presidente del Olympique de Marsella, cuya hinchada está considerada una de las más ardorosas de Francia.
Anthony Mounier's playing career at Saint-Etienne lasted four days. His crime? Insulting the team 5 years ago.https://t.co/iPEL09FJ4g
— AP Sports (@AP_Sports) January 31, 2017