Los parlamentarios lamentan que la investigación de la cámara de instrucción de la Comisión de Ética de la FIFA, que reveló “prácticas sumamente dudosas”, no haya sido publicada en su integralidad. Y critican la “facilidad” con la que la entidad que gobierna el futbol mundial confirmó la designación de Catar a pesar de esta investigación.
El diputado laborista británico Michael Connarty, ponente de este proyecto de resolución parlamentario, deplora sin rodeos una “farsa” y un “intento de ahogar el caso” por parte de las instancias mundiales del futbol.
En sus argumentos, dice haber consultado documentos revelados por el Sunday Times que demuestran que un miembro catarí del consejo ejecutivo de la FIFA, Mohamed Bin Hammam, pagó importantes sumas de dinero para obtener el apoyo de federaciones africanas de futbol durante la atribución del Mundial de 2022.
“La afirmación relativa a una falta de responsabilidad directa de Catar para las actuaciones de Bin Haman no puede hacer válido un procedimiento tan profundamente manchado de ilegalidad”, insisten los parlamentarios europeos.
Piden también a Catar, muy criticado por las condiciones de trabajo de los migrantes empleados en la construcción de infraestructura para el Mundial, que “tome sin demora todas las medidas necesarias para garantizar el respeto de los derechos fundamentales” de estas personas.
El texto y la resolución que lo acompaña serán presentados en abril en sesión plenaria a la AP CE, que agrupa en Estrasburgo a más de 300 parlamentarios de los 47 Estados miembros del Conejo de Europa. Las resoluciones de esta asamblea no son vinculantes, pero suponen presión política.
Desde la atribución en 2010 del Mundial de 2022 a Catar, este país y la FIFA están en el centro de numerosas polémicas. Sin embargo, el presidente de la Federación Internacional de Futbol, Joseph Blatter, afirmó en diciembre que “haría falta un terremoto” para retirar la organización del Mundial a Catar.