Dicho artículo establece, entre otras cosas, que “los miembros de la Comisión de Ética y los empleados de las secretarías se obligan a guardar secreto sobre toda información de la que hayan tenido conocimiento durante el ejercicio de sus funciones; en particular, sobre los hechos juzgados, el contenido de las investigaciones y deliberaciones y las decisiones adoptadas, así como sobre los datos personales privados en cumplimiento del Reglamento de Protección de Datos de la Fifa”.
También señala que en caso de incumplimiento por parte de un miembro de la Comisión de Ética, la Comisión Disciplinaria suspenderá a dicho miembro hasta el siguiente Congreso de la Fifa”.
En un comunicado la Fifa anunció que la inhabilitación fue acordada tras una vista en presencia de Mayne-Nicholls y el presidente de la cámara de instrucción de la Comisión de Ética de la Fifa, Cornel Borbély.
Harold Mayne-Nicholls, que encabezó el grupo de seis inspectores que visitó los países candidatos a organizar los mundiales de 2018 y 2022, evaluó presentarse a las elecciones a la presidencia de la Fifa celebradas el pasado 29 de mayo, pero finalmente descartó hacerlo, ya que compartía “ideales y principios” con otros de los candidatos que optaban a relevar a Joseph Blatter.
En vísperas de esas elecciones y tras la detención de seis altos directivos de la Fifa por su presunta implicación en casos de corrupción, Mayne-Nicholls se mostró muy crítico con la organización que preside Blatter.
“Se veía venir, esta gente tiene que alejarse del futbol. Ha faltado liderazgo desde el interior de la Fifa para sacar a esta gente que le hace mal. Siempre se escuchaban cosas. Pero si yo hubiera visto algo o tenido certeza de que algo raro pasaba, lo habría denunciado”, sostuvo entonces.