Figo, que fue jugador del Real Madrid entre el año 2000 y el 2005, intercedió de esta forma por Ronaldo después de la polémica generada por la fiesta del sábado por la noche, en la que participaron también algunos de sus compañeros de equipo y varios miembros del cuerpo técnico.
El ganador del último Balón de Oro decidió mantener la celebración de su 30 cumpleaños a pesar de que unas horas antes el conjunto madridista perdió el derbi contra el Atlético por 4-0, una actitud que le ha valido severas críticas.
También salió al paso su agente, Jorge Mendes, quien el domingo en una entrevista a una emisora de radio española aseguró que Ronaldo tuvo que ser animado por el público asistente a su fiesta y explicó que ésta no fue cancelada por contar con la asistencia de invitados llegados del extranjero