El técnico español aludió así al partido que le devolverá al Camp Nou, ahora como rival, y donde los bávaros acuden con el lastre de múltiples bajas, más el golpe sufrido el martes con su derrota en la semifinal de la Copa de Alemania ante el Borussia Dortmund.
El motor del equipo será, salvo imprevistos, Bastian Schweinsteiger, mientras que para suplir a Lewandowski podría entrar Claudio Pizarro, ausente del cuadro titular desde hace bastante.
Fue un partido fatídico para Guardiola, por la nefasta ronda de penaltis -no consiguieron ni un gol de cuatro lanzamientos, ya que primero resbalaron Philipp Lahm y Xabi Alonso y luego fallaron Mario Götze y Manuel Neuer- y porque además hubo nuevas lesiones.
El holandés Arjen Robben se reincorporó en el segundo tiempo -tras cinco semanas de baja- y tuvo que retirarse poco después con un desgarro en el gemelo izquierdo.
El polaco Robert Lewandowski sufrió conmoción cerebral y rotura en la mandíbula superior y el tabique nasal, de manera que es duda ante el Barcelona, por mucho que en el Bayern confíen aún en que pueda jugar con una máscara ortopédica.
“El lunes o el martes veremos cómo se encuentra” dijo Guardiola, quien delegó la decisión final a lo que diga el médico.
El francés Frank Ribéry sigue lesionado, pero podría reincorporar Javi Martínez, tras casi nueve meses de baja.
Guardiola insinuó la reincorporación del internacional español ante el Barcelona, un partido trascendental tras el desastre contra el Dortmund.