Fútbol Internacional

La consagración de los Williams con el Athletic en la Copa del Rey

Nico e Iñaki Williams ya son campeones. Dos hermanos que heredan el cetro de los Salinas -Julio y Patxi-, campeones hace 40 años de la Copa del Rey. Desde este sábado, tras vencer al Mallorca en penales, Williams es un "apellido vasco" más.

Los jugadores del Athletic Club festejan el título de la Copa del Rey luego de vencer al RCD Mallorca en La Cartuja de Sevilla, España. (Foto Prensa Libre: AFP)

Los jugadores del Athletic Club festejan el título de la Copa del Rey luego de vencer al RCD Mallorca en La Cartuja de Sevilla, España. (Foto Prensa Libre: AFP)

Williams, apellido de origen inglés, tiene una larga historia en la época medieval. Pero luego del título conseguido ante el equipo de Javier Aguirre, ya es patrimonio de la gente que llena el estadio de San Mamés.

Parafraseando la célebre y taquillera película de Emilio Martínez Lázaro, 'Ocho apellidos vascos', Williams es seguramente uno de los nombres más populares más en la memoria del público del Athletic Club de Bilbao. Un título, que cuatro décadas después, invita a las nuevas generaciones a celebrar en masa en las calles y a esperar el paseo de la gabarra por la ría.

Hijos de inmigrantes que las pasaron 'canutas'. María y Félix, los padres de Iñaki y de Nico, dejaron Ghana, atravesaron el Sahara en busca de una vida mejor. Saltaron la valla de Melilla. Detenidos luego, un ángel de la guarda, un abogado les dijo que si decían en la frontera con España que venían de un país en guerra, sería más sencillo el asilo político. Y así fue. Vinieron 'oficialmente' de Liberia. Luego, una persona de Cáritas les dio el nombre de un sacerdote en Bilbao, Iñaki Mardones, que fue clave en el resto de la aventura. Iñaki, de hecho, se llama así, por él.

Una historia de superación, que Iñaki conoció tarde. Ya a los 19 años, cuando preguntó con insistencia a su madre y le contó las vicisitudes, un camino arduo y duro. La familia cruzó África con la madre embarazada de Iñaki. Mil euros, los ahorros de sus padres, que estos pagaron a gente sin escrúpulos, para entrar en Europa. Con el paso del tiempo afortunadamente, aquella travesía con final feliz les garantizó una vida digna, primero en Pamplona, donde nació Iñaki, y luego en Bilbao, donde vino al mundo Nico, el menor de los Williams. Una vida, de película.

Nico Williams fue el MVP de la final en Sevilla. Jugó un partido de fuste. Tiene otro ritmo. Es un jugador diferente. Desde la banda izquierda, dribló, encaró casi siempre con éxito, combinó sin mirar con su socio en el campo Ruiz de Galarreta, y también tiró de manual para dar el último pase, una asistencia, por ejemplo, en el gol del 1-1, firmado por Sancet.

La final se fue a los penaltis. Y por eso cuando, Berenguer firmó el último lanzamiento, tanto Nico como Iñaki se emocionaron. Nico dedicó rápido el título a su familia, a sus amigos, a la gente que les ha impulsado a triunfar en el fútbol. Iñaki, ahora juega en Ghana, por la insistencia de su abuelo. Y Nico es titular ya fijo en la selección española de Luis de la Fuente, que desde el palco vio el partido feliz. Primero por el triunfo de su equipo, el de su niñez, el de su juventud, donde se hizo futbolista y ganó títulos. Y segundo, porque Nico anda fino y es indiscutible con España para la Eurocopa.