“No he tenido la tentación de cambiar a Messi”, contestó anoche Luis Enrique Martínez cuando se le preguntó por la decisión de mantener al diez en el campo con el partido ante el Almería (4-0) resuelto.
Su equipo disputó en el Camp Nou la última etapa llana antes de la ascensión a un puerto de montaña de primera categoría en el que sus pupilos deberán verse las caras con el Sevilla, Valencia, Espanyol y Getafe en la Liga, así como sortear la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Paris Saint Germain.
Por ello, ante el equipo de Sergi Barjuan -antepenúltimo clasificado en la competición doméstica- el preparador asturiano aplicó su libreto de rotaciones. Dejó a Gerard Piqué, Neymar e Iniesta en el banquillo para dar entrada a Bartra, Pedro, Xavi y Sergi Roberto, este último en sustitución del sancionado Sergio Busquets.
Una revolución que no afectó a Leo Messi, que desde la suplencia en el naufragio de Anoeta (1-0) lo ha jugado prácticamente todo.
El argentino solo ha descansado en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey contra el Elche disputada el 15 de enero.
Veinte partidos en noventa días en los que su equipo ha pasado de tener la soga en el cuello a estar vivo en las tres competiciones: líder de la Liga, finalista en la Copa del Rey y a cinco partidos de levantar la quinta Liga de Campeones del club.
Una situación privilegiada que difícilmente se explicaría sin el concurso del cuatro veces ganador del Balón de Oro. Desde Anoeta, suma el argentino veintiún tantos y once asistencias y su participación ha sido clave para tapar algunas lagunas en el, por momentos, irregular juego azulgrana.
Con el fantasma de las lesiones casi olvidado -solo ha padecido una pequeña inflamación en el pie que le dejó sin jugar los partidos que Argentino disputó ante El Salvador y Ecuador-, Messi es el jugador de campo que más minutos ha disputado con Luis Enrique.
El argentino ha participado en 43 partidos entre la Liga, Liga de Campeones y Copa del Rey, sumando un total de 3 mil 941 minutos en lo que va de temporada, una cifra muy superior a los 3 mil 055 de Jordi Alba, los 2 mil 993 de Javier Mascherano o los 2 mil 963 de Dani Alves, tres de los jugadores más utilizados por Luis Enrique.
Sus compañeros en la punta de ataque también suman menos minutos en las piernas para afrontar el último tramo de la temporada. Desde la derrota en San Sebastián, Luis Suárez ha disputado 18 de los 21 partidos posibles como titular, los mismos que ha jugado Neymar, quien en los últimos tres meses ha sido substituido antes del minuto noventa en siete encuentros.
Messi parece ser inmune al milimétrico sistema de rotaciones de Luis Enrique, como en su momento también lo fue a los cambios en la alineación que introducían Martino, Vilanova y Guardiola. Una muestra más de que el balón es la mejor solución para que el argentino esté en forma.