Nacho recuerda lo mal que lo pasó con tan solo 12 años cuando le diagnosticaron diabetes y la alegría que sintió días después cuando le confirmaron lo bueno que era practicar deporte para su vida. “Fue un momento duro porque al final es una enfermedad que está ahí. Me ha ayudado muchísimo, pero fue un momento duro”.
“Después del fin de semana llegó mi doctor, el doctor Ramírez, al que le tengo muchísimo cariño, y me dijo todo lo contrario. Me dijo que era obligatorio que siguiera jugando porque el deporte era muy importante. Ese lunes volvió mi vida. Era un niño y me dieron un palo muy duro, pero a los tres días me dieron una gran alegría”, recordó.
A día de hoy, el jugador del Real Madrid asegura que la diabetes le pone “limitaciones cero” en su día a día. “Hago de todo. Cuando estamos de vacaciones me gusta hacer bici de montaña, duatlones, triatlones. No me impide nada. Todo lo que me gusta, lo hago. Tengo que tener un poco de cuidado con la comida, pero lo llevo fenomenal con la ayuda de los médicos. Esto me ha hecho ser una persona más responsable y que se cuida más”.