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“Peor no se puede estar”

La ilusión y las ganas de trascender de aquel voluntario que corría a toda velocidad para llevarle a tiempo las bolsas de agua purificada a las selecciones participantes en el Mundial de Futsal Guatemala 2000 siguen intactas en el ADN del nacional Mario Monterrosa.

El futbol nacional ha ido en retroceso. (Foto Prensa Libre: Carlos Vicente)

El futbol nacional ha ido en retroceso. (Foto Prensa Libre: Carlos Vicente)

 Fue ese evento el que se encargaría de marcarle la vida a Monterrosa porque allí identificó que  la organización y la gestión deportiva era el camino que debía seguir. Una decisión que con muchas ganas esperaban sus genes y su propio padre, quien por mucho tiempo engrosó la junta directiva de los escarlatas.

Trece años de pertenecer a la Unión Centroamericana del Futbol (Uncaf), 10 de ellos como secretario general, validan su efervescente carrera dirigencial, que comienza a ser bien vista por la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol (Concacaf). Sus nombramientos como director del futbol de Centroamérica y de árbitros son pequeñas muestras.      

Monterrosa, de 34 años,  recuerda con mucha tristeza cómo hace un año el  Fifa Gate, el caso que destapó el  escándalo de corrupción más grande del balompié, golpeaba con  fuerza a la Federación Nacional de Futbol (Fedefut).

Para el reconocido personero guatemalteco, lejos de  desaparecer las malas prácticas, después de que Brayan Jiménez —expresidente de la Fedefut—, Héctor Trujillo —exsecretario— y Rafael Salguero —exintegrante del Comité Ejecutivo de la Fifa— fueran señalados de haber cometido actos de  corrupción, continúan acechando al balompié nacional.

La suspensión de toda actividad internacional por parte de la Fifa,  el viernes 28 de octubre, al decir de Monterrosa, es parte todavía del Fifa Gate.

¿Cómo analiza a la Fedefut a un año de que se conociera que  estaba implicada en actos de corrupción?  
Es complicado. El escándalo que comenzó hace un año ha generado muchos problemas. La Fifa tuvo que imponer una comisión transitoria, que después de comenzar a trabajar no logró el aval de la Asamblea y por eso la Fifa decide la suspensión. Todo sigue siendo  parte del Fifa Gate. Se siguen pagando las malas prácticas del pasado. Lamentablemente la corrupción continúa.

¿Es letal la suspensión ?
En este momentos  estamos estancados y suspendidos, pero tenemos que encontrar la manera de salir adelante. Nos va a costar regresar más si continuamos sin participación internacional.

¿A qué se refiere con  estancamiento?
Antes eramos los mejores de la zona en futsal y futbol femenino, pero  nos confiamos y ahora Panamá y Costa Rica nos ganan. Todavía estamos por delante de El Salvador y Nicaragua.   Ya no dimos  el otro paso.

¿Cómo reaccionó al leer la carta de suspensión de la Fifa?
Recuerdo que estaba sentado con Víctor Hugo Estrada —otro dirigente guatemalteco de Uncaf— cuando  leí esa carta. Fue un baño de hielo entender lo que significaba la última línea: que para quitar la suspensión era necesaria la  aprobación de los nuevos estatutos.

¿Qué se puede esperar para el siguiente año?
Espero que no nos vaya peor. La Federación ya tocó fondo. Perdió el derecho de participar en el clasificatorio Uncaf de la Sub 17 y en el Premundial de la Concacaf Sub 20. Peor que eso no se puede estar. Espero que de aquí  en adelante se pueda mejorar.

¿Qué se debe cambiar para que la Fedefut se reinvente y dé mejores resultados?
Soy fiel creyente de que cada crisis presenta nuevas oportunidades. El tema principal  es que hay que dejar por un lado los  intereses personales y pensar en el bienestar común, para que nuestro deporte logre desarrollarse. Cuando  detectemos esa visión macro, podremos levantarnos.

Ese cambio de perspectiva significa tiempo. ¿Alcanzará? 
El proceso es largo y conlleva bastante trabajo. Ahorita, por ejemplo, pese a que no participaron en el plano internacional, las generaciones Sub 17 y  Sub 20 se pueden recuperar; pero además  hay que ejecutar eficientes procesos administrativos para que no nos pase lo mismo. Son importantes las auditorías externas e internas.

¿Esperaba que la Fedefut fuera inculpada en actos de corrupción y de sobornos?
La dirigencia de ese comité se sentía bastante sólida. Nunca  esperaba que le cayera ese  balde de agua fría, que no solo fue para Brayan Jiménez, sino también para  el licenciado Rafael Salguero, quien pertenecía a la cúpula más alta del poder en la Fifa. Nunca me esperé que  pasaría eso. Tuve bastante relación con todos los implicados del área.

¿Cómo evalúa al actual comité de regularización de la Fedefut?
Se han demorado un poco con el tema de los estatutos, pero han ido cumpliendo con las tareas que les impuso la Fifa.  En materia  estatutaria fue más inteligente Honduras, más inclusivo. Estar en la hexagonal le sirvió.

¿Qué se dice en Uncaf  acerca de la situación que afronta el futbol nacional?
Guatemala siempre es un contendiente serio en Centroamérica, y claro que preocupa su situación. Es uno de los grandes en la toma de decisiones. Es penosa la situación. Estamos a la espera de que  pueda participar  en la Copa Centroamericana, aunque se mira difícil que pase eso. No creo que se cumpla el plazo de que se le retire la suspensión el 9 de diciembre.

¿Cómo evalúa la acción de los 34 asambleístas que ocasionó la suspensión de la Fifa?
Ellos pensaron que la Fifa quitaría al Comité y nombraría una transitoria, cosa que nunca sucedería.  Fifa confió en el Comité y  no lo va a quitar.  No entendieron la magnitud de su postura. Con Fifa no se puede actuar así. En el 2003 hubo un caso similar, cuando la CDAG nombró una comisión especial. Vino Fifa y tomó el poder.

¿Qué sintió con ese voto de desconfianza?
Un mes antes estábamos preocupados por lo del Tribunal de Honor de CDAG y el caso de jugadores de  Antigua GFC, que pudo haber generado que la Sele no participara en el Mundial de Colombia. Y después sucede que no se le da el aval al Comité, justo cuando se realizaba el congreso de la Uncaf. Fueron dos dos meses nefastos para el futbol guatemalteco.

¿Qué sintió al momento de redactar las cartas de suspensión a las selecciones nacionales menores?
Fue algo muy duro, siendo guatemalteco. Me sentí mal; como cuando te toca pegarle  a tu hijo.

¿Ha sido tentado para cometer algún acto ilícito?
Gracias a Dios, nunca, pese a que tuve relación directa con la mayoría de los dirigentes  que han caído por el Fifa Gate. Me imagino que fue porque desde un principio marqué una línea con ellos, al igual que Rafael Tinoco —presidente Uncaf—.  Los  valores de la honestidad te los enseñan en  casa;  no se venden en un supermercado.

¿Cómo ha cambiado su vida la Uncaf?
Ya no voy al estadio porque el cargo que ostento no me lo permite. Ahora observo los partidos por televisión. Es el lado negativo de mi trabajo. Quisiera seguirlos viviendo como un aficionado más, pero ya no puedo.

¿Cuesta ser dirigente guatemalteco en el extranjero?
Duele a veces el menosprecio, pero hay que seguir adelante.

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