En Gelsenkirchen (Alemania) arrasó al Schalke con tres dobletes de su estelar trío atacante. El portugués Cristiano Ronaldo, el galés Gareth Bale y el francés Karim Benzema demostraron que llegan a la parte decisiva del curso en un excelente estado de forma.
Enfrente estará el Atlético de Madrid (3º), que a diferencia de su rival no ha jugado esta semana. Tras dar un primer paso para estar en cuartos de final de la Champions al ganar 1-0 al Milan en San Siro hace ocho días, cayó con rotundidad (3-0) el domingo ante Osasuna (12º).
Con esta derrota el Atlético desaprovechó la oportunidad de igualar a puntos con el líder. El Real Madrid tiene 63, por 60 de los rojiblancos (3º) y del Barcelona (2º), que cedió la cabeza la pasada jornada al perder (3-1) en el campo de la Real Sociedad (6º) .
Dirigido por el italiano Carlo Ancelotti, el Real Madrid comenzó la temporada de manera titubeante, pero poco a poco ha encontrado el camino y, a punto de comenzar marzo, lidera el campeonato español, se ha clasificado para la final de Copa (jugará contra el Barcelona) y está, salvo hecatombe, clasificado para los cuartos de la Liga de Campeones.
“La gente ya está cansada de oírme hablar de equilibrio. Ahora quiere oírme hablar de títulos”, dejó claro el entrenador sobre los objetivos en una entrevista de televisión.
Ancelotti también elogió el trabajo de su rival del domingo: “Es una sorpresa porque yo pensaba que sólo Barcelona y Madrid optaban a ganar el campeonato. Pero el Atlético hace un trabajo fantástico. Es una sorpresa que esté a ese nivel. 60 puntos no son suficientes para ser primeros” .
El Barcelona, por su parte, intentará aprovecharse del duelo directo entre sus dos rivales por el título siempre que derrote en su estadio al Almería (16º).
Tata Martino, el entrenador argentino de los azulgranas, fue muy criticado por su planteamiento táctico ante los vascos la pasada jornada. Además fue expulsado en Anoeta por insultar al segundo entrenador de la Real Sociedad y ha sido sancionado con un partido, por lo que no podrá sentarse en el banquillo el domingo.