Ancelotti, de 54 años, llegó al banquillo madridista con la difícil tarea de reemplazar a José Mourinho y recomponer un vestuario roto entre partidarios y detractores del portugués.
El técnico italiano supo jugar sus cartas, algunas arriesgadas, y en solo una temporada ha conducido al Madrid a su primera final de Liga de Campeones en 12 años.
“Poder ser el entrenador del Real Madrid cuando gane la décima (Copa) me motiva mucho” , dijo. Ancelotti es un entrenador con estrella en Europa. El partido del sábado contra el Atlético de Madrid será la séptima final europea del italiano.
Disputó tres como jugador, ganando dos con el Milan. En sus 18 años como técnico, alcanzó otras tres, todas ellas con el Milan. Conquistó dos y perdió la de 2005, cuando el Liverpool remontó un 3-0 adverso para llevarse la Copa en la definición por penales.
La carrera de Ancelotti en los banquillos no ha sido tan exitosa en los torneos ligueros. Apenas ha ganado tres ligas: Milan, Chelsea y Paris Saint Germain. Lo que le ha etiquetado como un entrenador ideal para competiciones coperas a vida a muerte.
Su etapa en la capital española está siguiendo el mismo patrón. Campeón de la Copa del Rey tras derrotar al Barcelona, el Madrid finalizó tercero en la Liga, firmando un campeonato muy irregular. No pudo ganar los enfrentamientos directos a Atlético y Barsa, y falló en la recta final cuando rojiblancos y azulgranas flaquearon.
Pero lo que en otro tiempo se hubiera convertido en causa fulminante de despido para un presidente como Florentino Pérez ha quedado relegado a un segundo plano por el éxito de la campaña europea.
Indiscutible rey de Europa con nueve títulos, la posibilidad de luchar por el décimo trofeo es una obsesión del club de su última victoria en 2002.
“Estoy convencido de que este puede ser el año (de la décima), tenemos un gran equipo y un gran entrenador como Carlo Ancelotti, que además tiene suerte” , dijo Cristiano en una ocasión sobre los números de su entrenador.
Ancelotti ha logrado un equilibrio que parecía imposible en el equipo que heredó de Mourinho. Junto a su segundo Zinedine Zidane, una institución del club, ha sellado la paz en el vestuario, más allá de algunas heridas incurables.
Su decisión más sorprendente, por inédita, fue la alternancia de porteros. Pero ha funcionado. Mientras Diego López defendía el arco cada fin de semana, Iker Casillas metía al Madrid en las dos finales de Copa.
El Madrid ha lucido más ofensivo en algunas fases de la temporada. La sociedad formada Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano, conocida popularmente como BBC, suma 95 goles en las tres competiciones. Ancelotti ha relegado a Alvaro Arbeloa al banquillo para dar minutos a un lateral de mayor recorrido en banda como Dani Carvajal. Xabi Alonso y Luka Modric han encontrado su espacio en la media junto a un polivalente Angel di María.
Sin embargo, la mayor exhibición del Madrid en toda la temporada fue un compendio de las mejores virtudes que legó Mourinho. Una lección de futbol al contrataque que fulminó al Bayern Munich de Pep Guardiola.
“La mayor parte de los partidos intentamos hacer un fútbol ofensivo, no con una posesión tan larga, necesitamos una transición más rápida”, dijo Ancelotti poco antes de la eliminatoria contra el Bayern. “Jugar un futbol de posesión con jugadores como Cristiano o Karim (Benzema) es muy difícil. Necesitan espacios” .
El eterno debate sobre el estilo no inquieta al italiano, camaleónico cuando se trata de ganar eliminatorias. Si el Bayern de Guardiola pedía una táctica específica, Ancelotti diseña un once, en el que no estará Alonso por sanción, capaz de contrarrestar al Atlético.
Los de Diego Simeone son el único equipo invicto de la competición, con solo seis goles encajados en 12 partidos. “Tácticamente será un partido diferente a los del Bayern Munich. Tenemos la posibilidad de controlarlo si mantenemos la posesión” , explicó Ancelotti. “Encontrar un equilibrio es importante para evitar los contraataques, es lo que queremos controlar” .