La FIFA emitió un comunicado este viernes en el que afirma que “deplora cualquier tipo de violencia” y cuestiona el propósito de reubicar la sede del torneo.
“La historia ha demostrado que boicotear eventos deportivos o que las políticas de aislamiento o confrontación no son las formas más efectivas para resolver los problemas”, indicó la FIFA.
Agregó que la atención global sobre el Mundial puede ser un instrumento poderoso para generar un diálogo constructivo entre el pueblo y los gobiernos.
El conflicto entre Ucrania y los rebeldes separatistas que favorecen a Rusia empeoró en los días posteriores al final del Mundial en Brasil.
El presidente ruso Vladimir Putin acudió el 13 de julio en Río de Janeiro a la ceremonia en la que la presidenta brasileña Dilma Rousseff le entregó la estafeta de la Copa del Mundo.
Ambos estuvieron acompañados por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, para ver la final en el estadio Maracaná, que Alemania ganó 1-0 a Argentina.