Fútbol Internacional

Templo carioca, el Maracaná afianza el dominio del fútbol paulista en la Libertadores

La designación del Maracaná como sede de la final de la Copa fue considerada por muchos hinchas del Flamengo como una motivación adicional para repetir el título de 2019.

En el estadio Maracaná de Brasil se jugará la final de la Copa Libertadores. Foto Prensa Libre: AFP.

En el estadio Maracaná de Brasil se jugará la final de la Copa Libertadores. Foto Prensa Libre: AFP.

La mayor hinchada de Brasil anhelaba el bicampeonato en casa. El fracaso del Flamengo alejó el sueño, que para colmo se tornó en pesadilla: Santos o Palmeiras, eternos rivales de los cariocas, afianzarán el dominio del fútbol paulista en el Maracaná, donde el 30 de enero se disputará la final de la Copa Libertadores de 2020.

Quien sea que levante la Copa en Rio de Janeiro ampliará una paternidad histórica del fútbol de Sao Paulo en Brasil, que el ‘Peixe’ de Pelé llevó a la cumbre, sobre sus adversarios cariocas, inmortalizados con el Botafogo de Garrincha y más recientemente con el todopoderoso ‘Fla’ del portugués Jorge Jesús.

La gesta tendrá lugar en el mítico Maracaná, uno de los domicilios de la selección de Brasil y hogar de los dos equipos más importantes de la ciudad del Corcovado: Flamengo y Fluminense. Y en la tercera final entre equipos brasileños de la Libertadores.

Los jugadores de Palmeiras celebran el pase a final de la Copa Libertadores tras vencer al River Plate. Foto Prensa Libre: AFP.

“Con excepción del Flamengo, generalmente las fuerzas del fútbol brasileño se concentran en el estado de Sao Paulo”, dice a AFP Bibiana Bolson, reportera de ESPN.

“Los clubes de Rio de Janeiro han tenido pésimas administraciones y aumentaron sus deudas considerablemente en los últimos cinco, seis años”, agrega. La superioridad de los representantes del estado paulista es de larga data.

Han alzado ocho de las 19 Libertadores ganadas por los equipos brasileños y el sábado sumarán una más, frente a apenas tres de los hombres de Rio: dos del Flamengo (1981 y 2019) y una del Vasco da Gama (1998).

Jugadores de Santos celebran el pase a la final de la Copa Libertadores tras dejar en el camino a Boca Juniors. Foto Prensa Libre: EFE

Los embajadores de Río Grande del Sur (Gremio e Inter) tienen cinco y los de Minas Gerais (Cruzeiro y Atlético Mineiro), tres.

Enclavados en la región más rica de Brasil, todas las escuadras paulistas tradicionales se han bañado de gloria alguna vez en la Libertadores.

Santos, Palmeiras, Corinthians o Sao Paulo tienen al menos un título de la principal competición americana de clubes en sus vitrinas. Por el contrario, otros tradicionales equipos cariocas como Fluminense y Botafogo brillan por su ausencia.

La paternidad también es manifiesta en el Brasileirao. Desde que inició la liga brasileña en 1959, los paulistas han ganado 32 campeonatos, el doble de los 16 títulos cariocas.

En la atípica temporada 2020, atravesada por la pandemia del covid-19, la historia se ha repetido. Palmeiras es finalista de la Copa de Brasil, que peleará con Gremio, y Sao Paulo es segundo del Brasileirao, que lideró hasta la semana pasada y perdió la punta con el Inter de Porto Alegre.

Para rematar, Botafogo parece sentenciado al descenso, que acecha también a Vasco. Fluminense está fuera de puestos de clasificación a la Libertadores de 2021 y Flamengo, el rey de la irregularidad, sufre para defender el título de la liga.

“Flamengo tuvo una gestión exitosa que logró reequilibrar las fórmulas para montar un plantel increíble en 2019. El éxito no se repitió con la salida de algunas piezas y con los cambios en los cuerpos técnicos que siguieron a Jorge Jesús”, señala Bolson.

El jugador de Santos Lucas Verissimo celebra el pase a la final de la Copa Libertadores que se jugará el 30 de enero en Brasil. Foto Prensa Libre: EFE

Pero Racing de Avellaneda sepultó la ambición rubronegra en octavos de final, ya con el exgolero Rogério Ceni en el banquillo en reemplazo del español Domènec Torrent, exasistente de Pep Guardiola.

El camino, entonces, quedó despejado para que un ‘foráneo’ conquistara el mismo templo donde Pelé cimentó el bicampeonato sudamericano del Santos en 1963 y anotó su gol mil en 1969.

“El hincha rubronegro (…) esperaba repetir lo hecho en la última temporada, pero en casa”, sostiene Bolson.

Jugadores de Palmeiras celebran que estarán en una final más de la Copa Libertadore. Foto Prensa Libre: EFE

Los seguidores del ‘Fla’ están dolidos. En una temporada pasaron de tocar la gloria a tambalearse. Aunque seguro respiran aliviados, como buena parte de los aficionados brasileños, porque su hogar no será ‘usurpado’ por algún club argentino.

 

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