En la segunda competición, la Europa League, las cosas no van mucho mejor y sólo sobrevive el Everton, que este jueves se juega en Ucrania, ante el Dinamo de Kiev, clasificarse a cuartos tras una ajustada victoria 2-1 en Inglaterra.
Clubes todos ellos de una liga que consiguió recientemente un contrato televisivo por 7 mil 800 millones de dólares por tres temporadas, sólo superado por el torneo de futbol americano de la NFL.
El Hull City, por ejemplo, recibió en 2012 el doble en derechos televisivos que el Bayern de Munich.
“Los enfermos de Europa”, sentenciaba este jueves el Daily Telegraph, resumiendo el malestar.
Liverpool, Chelsea, Arsenal y Manchester City, en la Champions League.
Hull y Tottenham en la Europa League.
El Manchester City se salvó de un desastre histórico en Barcelona (1-0) gracias a su portero Joe Hart, que detuvo todo lo que Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar colocaron entre los tres palos.
Que Inglaterra cuente por fin con un portero de talla mundial -algo que no ocurría desde Peter Shilton o, en menor medida, David Seaman-, no parecía servir de consuelo.
La triste eliminación del City culminó unos octavos de final que antes vieron caer al Chelsea y al Arsenal ante dos equipos, Paris SG y Mónaco, de una liga, la francesa, muy modesta comparada con la inglesa.
“Sin sorpresas. La salida del City completa la miseria y la Premier League dice adiós a la Champions League”, titulaba este jueves el diario The Sun.
“El City eliminado después de que un Messi mágico sellara la agonía de los clubes ingleses”, rezaba el Daily Mail.
El debate viene de lejos y reaparece a cada eliminación inglesa de un Mundial o una Eurocopa.
El problema, dicen unos, es que no tenemos a Lionel Messi o Cristiano Ronaldo, esgrimiendo este dato: en los últimos seis años Real Madrid y Barcelona han eliminado a siete equipos.
Otros sostienen que la culpa es de la acumulación de partidos, y que la Premier League tendría que parar en Navidad, ignorando que el Barcelona ha jugado dos encuentros más que el City.
Es difícil explicar el fracaso de los clubes ingleses, decía el miércoles el entrenador del City, el chileno Manuel Pellegrini.
Gary Lineker, el exdelantero inglés, máximo goleador del Mundial 1986 expresó: “si la liga no para en invierno, al menos tendrían que jugarse menos partidos en Navidad y que se eliminen los partidos de desempate en la Copa más allá de la cuarta ronda”.
Sin embargo, todos esos factores estaban ahí en 2007, 2008 y 2009, cuando el futbol inglés aportaba tres de los cuatro semifinalistas. O cuando Liverpool (2005), Manchester United (2008) y Chelsea (2012) la ganaron.
Un buen producto de mala calidad
Para Arsene Wenger, el entrenador francés del Arsenal, no hay nada malo en el futbol inglés.
“La calidad de la Premier League es muy alta y la exigencia física es muy alta”, explicó el martes. “No hay muchos” fallos, sentenció, recordando que su equipo y el Chelsea fueron eliminados por el valor doble de los goles.
Para Chris Sutton, que fue delantero centro del Chelsea y el Celtic de Glasgow, la situación es inaceptable.
“No puede ser que cada año sea la mala suerte”, dijo a la BBC. “La Premier League es un producto fantástico”, en la que “el último equipo puede batir al primero, algo que no ocurre en ninguna otra liga del mundo, pero en lo que se refiere a calidad”.