Sobre la eliminación de la Liga de Campeones el pasado 10 de diciembre contra el Galatasaray, Vidal reconoce que, al principio, estuvo “muy enfadado“.
“Tenemos un equipo para ganar la copa no para salir (del campeonato) a la primera de cambio. Perdimos el último partido, pero no jugamos del todo mal“, aseguró.
“Después de aquel partido yo estaba muy enfadado y desilusionado. Un equipo fuerte tiene que tener la cabeza en su lugar: la lección nos valdrá para el futuro“, afirmó el chileno.
En la Primera División italiana, en cambio, el Juve marca el ritmo al estar a la cabeza de la clasificación y a cinco puntos del segundo, el Roma.
Ambos equipos se verán las caras el próximo día 5 de enero en el estado turinés en un encuentro “decisivo“ durante la XVIII jornada de Serie A.
“El Roma está haciendo un gran campeonato y el encuentro en Turín será un partido muy importante para ellos pero también para nosotros“.
En relación con su futuro en las filas de Antonio Conte, Vidal asegura que hoy es “difícil” pensar en marcharse porque aún quiere ganar “muchos premios europeos con la camiseta del Juve“.
A pesar de las cifras y los campeonatos, durante la entrevista, Vidal recuerda que, para él, “la sonrisa es un modo de vida“.
“De pequeño sufrí mucho. Siempre estaba triste. Mi padre me abandonó cuando tenía cinco años y no había mucho que comer. Tenía muchos problemas en casa. Un día decidí que no podía continuar así y desde aquel momento comencé a sonreír. Creo que es importante“, recordó el centrocampista chileno, que ocupa el octavo puesto en la lista de marcadores de la Serie A, con 7 tantos en lo que va de Liga.