Cuando le preguntaron “¿Por qué hizo esa acción?” Respondió: “Es el último partido en Guastatoya. Creo que me merecía tener un pedacito de estadio en mi casa. Lo voy a plantar en el frente y recordar todo lo vivido”, señaló el estratega.
Con más nostalgia que alegría el entrenador uruguayo, deja la dirección del equipo revelación del torneo Apertura 2015 por situaciones internas del club.
Sena ha entregado alrededor de seis años de su vida al equipo oriental, en las que ha reído, sufrido, enojado y hasta la ha hecho de canchero por amor a la casa amarilla.
El aporte más grande del adiestrador fue formar el grupo de jugadores desde el 2009 y que aún tiene bajo su mando. Además de haberlos llevado a la Liga Nacional en el Apertura 2014.
“Hasta me tocó trabajar de canchero algunas veces y creo que es un bonito recuerdo. No me puedo llevar el arco porque no tengo donde ponerlo, pero el pedacito de grama, es algo que siempre que lo vea me traerá recuerdos”, indicó.
Pese a que dijo sentirse alegre desde antes del juego, al final el entrenador dejo entrever que guarda un soplo de dolor en el corazón, por dejar un proyecto en el que creyó, se enamoró y corrigió como un padre lo hace con sus hijos.