Las cargas que Comunicaciones arrastra desde el arranque de pesadilla en el Apertura 2015 (tres derrotas seguidas) y la goleada ante el Galaxy, por la Liga de Campeones de la Concacaf (5-0), se tornan más pesadas y parece que comienzan a tener repercusiones en el camerino.
A pesar de las miradas clavadas en el asfalto de varios jugadores, para su entrenador, Willy Olivera, la situación está bajo control y el equipo no debe quedarse estancado y recriminándose lo sucedido. “Tenemos que volver al triunfo. Hay que olvidarnos de lo que pasó. Nuestro psicólogo está haciendo un buen trabajo de manera individual”, aseguró el uruguayo después de la práctica de ayer, que tardó hora y media en la cancha alterna del Cementos Progreso.
“Mañana —hoy— en nuestra casa, tenemos que volver al triunfo y tratar de confirmar lo que se hizo en Antigua. A ninguno le gustó perder de la manera en que perdimos en Los Ángeles, a parte que teníamos esperanza en este partido. Ahora solo queda darle vuelta a la página”, indicó Olivera.
¿Peligra el gafete?
Para el estratega sudamericano “no hay tiempo para nada más”, únicamente para enfocarse en el siguiente rival (Guastatoya). Sin embargo, el tema de Juan José Paredes se ha puesto pesado el ambiente entre sus compañeros, quienes ayer estuvieron reunidos durante media hora en el camerino —sin el cuerpo técnico— después del entrenamiento.
El hecho de haber sido el claro responsable de una de las anotaciones en el partido ante el Galaxy, por la Liga de Campeones, también afectó psicológicamente al jugador, indicó un integrante del cuerpo técnico crema. Tampoco asistió a la práctica José Contreras, quien estará fuera dos semanas por lesión.