
Ayer fue otro día agitado en el futbol nacional. Se confirmó que el título que ganó Antigua GFC en el Apertura 2015 está salpicado por cinco resultados analíticos adversos.
El esteroide anabólico —SARM S-22— fue el que consumieron los futbolistas Alejandro Díaz, Víctor Ayala, Alexánder Robinson y Leonel Aroche, según se conoció.
Por la tarde, el médico Rafael Robles, del Departamento Médico de la Federación Nacional de Futbol (Fedefut), le informó al Comité de Regularización de los resultados de las pruebas de dopaje, en las que también aparecen Manfred Russell —Antigua GFC— y Nixson Flores —Guastatoya—, a quienes se les detectó clembuterol.
Aunque el equipo no se manifestó al respecto, el costarricense Robinson se expresó: “El equipo está molesto de cómo se está manejando el caso, porque lo primero es que la información llegue a nosotros. En Costa Rica tuve la oportunidad de ir a control dos veces y no pasó nada”.
El argentino Gambetita Díaz utilizó la red social Facebook para expresarse, aunque poco después de publicar un mensaje sobre el caso, lo eliminó.
“Pase lo que pase me siento feliz de haber conocido personas como ustedes. Me hicieron sentir como en casa. Hoy nos toca afrontar algo feo que no se lo deseo a nadie, pero sé que Dios sabe lo que hace. Pero de todo esto, me llevo lo mejor, que son ustedes, una familia unida”, escribió con un toque de despedida, acompañado de una fotografía del equipo.
Detalles
El SARM S-22 está en el grupo de esteroides anabólicos, que son substancias sintéticas relacionadas a las hormonas sexuales masculinas —por ejemplo, la testosterona—. Promueven el crecimiento del músculo esquelético —efectos anabólicos— y el desarrollo de características sexuales masculinas —efectos androgénicos— tanto en hombres como en mujeres.
El componente que se detectó en los jugadores es un formador de testosterona, y es usado por aquellos que quieren ganar fuerza, músculo y velocidad. La diferencia de este agente es que es mucho más selectivo en su acción y es relativamente nuevo —2009—.