El jugador de 24 años continúa siendo el gran referente de ese combinado mundialista, que logró entrar en la historia del ajetreado balompié nacional.
Después de su exitoso paso en Comunicaciones, el Guate, como le dicen sus compañeros en Venezuela, logró participar en el futbol de ascenso de México con Dorados de Sinaloa y en el balompié estadounidense con el Real Salt Lake de la Major League Soccer (MLS).
Aunque en ninguno de los dos equipos logró renovar contrato, el guatemalteco dejó de manifiesto su característico espíritu de combatiente.
¿Y los demás?
Henry David López, dado de baja por el Caracas FC del futbol venezolano, y Marvin Ceballos, quien en los últimos dos años ha actuado en la North American Soccer League (NASL) de Estados Unidos —Indy Eleven y Carolina RailHawks—, son los únicos que han intentado seguir las zancadas exitosas de Vásquez.
Otros integrantes de esa privilegiada generación Sub 20 como Kendel Herrarte, Sixto Betancourth, Manuel Moreno, José Andrade, José Carlos García, Gerson Lima y José Javier del Águila decidieron quedarse en la Liga Nacional. José Carlos Castillo, que figuraba como uno de los grandes prospectos, tomó otro extremo y se retiró.
“Muchos de mis compañeros en esa Selección pensaron que con solo llegar al Mundial era suficiente. Si bien se hicieron de un nombre, había que seguir trabajando en forma ardua para incrementar el nivel y buscar otros horizontes”, apuntó el futbolista que con Aurora intentó por primera vez convertirse en profesional, algo que lograría con los cremas.
Para seguir de pie, en búsqueda de sus valientes anhelos, el futbolista que ha participado en nueve duelos de clasificación mundialista mayor ha tenido que pasar por varias vicisitudes, como estar lejos de su familia y las temibles lesiones. La más letal fue la que sufrió el 13 de noviembre del año pasado, en el duelo clasificatorio contra Trinidad y Tobago —derrota por 2-1—.
Ese viernes, el zaguero salió en camilla del estadio Doroteo Guamuch, después de haber tolerado una dura entrada que le causó la rotura de uno de los ligamentos —colateral interno— de la rodilla derecha.
Esquiva obstáculo
Pese a que el escenario de la tragedia se situó en su mente, el jugador que mezcló su efervescente carrera con los estudios en Mecánica Automotriz supo sobreponerse a siete meses de inactividad.
“Fue un momento difícil, pero nunca me di por vencido. Trabajé más fuerte para regresar y demostrar que todavía tengo mucho que aportar”, señala mientras carga a su pequeño hijo —Elías Enoc, de 22 meses—, quien porta la camisola de su tercer equipo en el extranjero.
“Con Anzoátegui terminé de recuperarme y me alcanzó para ganarme un espacio en la titularidad. No fue fácil, porque hay mucha competencia interna en el equipo. Sin embargo le llené el ojo al entrenador Nicolás Larcamón”, agrega, mientras su esposa Leidaly no deja de contemplarlo.
Vásquez Prera, quien disputó 18 partidos en el futbol venezolano en su primer campeonato, promete seguir luchando para cumplir otro de sus sueños.
“Quiero ser el capitán de la Bicolor y marcar una época”, indica quien lamenta la suspensión de la Fifa que pesa sobre el balompié nacional.